La aparición de una o más protuberancias en el cuerpo, siempre es vista como un síntoma de que algo no está bien. Y cuando estos bultos comienzan a incomodar o incluso limitar la vida normal del paciente, el temor a sufrir de una grave enfermedad es lo primero que pasa por su mente. En estos casos, acudir a la consulta médica debe ser el primer paso para diagnosticar con certeza, pues puede tratarse de un simple lipoma.