Vendedores informales se encontraban el miércoles en las adyacencias del mercado municipal de Puerto La Cruz. Según sus testimonios, ellos están conscientes de que este día no les corresponde trabajar, pero que lo hacen porque necesitan ganarse el sustento.
Jairo Vásquez, joven que tiene tres años laborando en el centro de expendio, dijo que se arriesga a que le quiten la mercancía, ya que los funcionarios de la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo) les piden “una colaboración” como “vacuna” para dejarlos trabajar.
“Los policías nos extorsionan para permitirnos vender. Uno le reclama por la mercancía y nos golpean, no podemos decir nada, nos llevan al comando; incluso, a medio camino, nos quitan los productos. Nos chantajean; si uno no les da nada o no les pagamos nos quitan todo”, expresó Vásquez.
Más testimonios
José Medina, quien tiene ocho años como comerciante, aseguró que el comando de Polisotillo se encuentra abarrotado de banquitos, carruchas y cestas que nunca les devuelven.
“Uno va vendiendo y cuando vemos que vienen los funcionarios nos vamos corriendo, ya que nos llevan al comando”, agregó Medina.
Oficiales de Polisotillo, que prefirieron mantenerse en el anonimato por temor a represalias por parte de sus superiores, señalaron que cumplen órdenes y que sólo se llevan a los informales cuando laboran fuera del horario y días permitidos.
Puerto La Cruz / Francismar Rivas / Pasante USM