Propietarios de Residencia Parque Guaraguao, en Guanta, continúan a la espera de que se concreten los trabajos de demolición en una de las alas de la torre 10, afectada por una explosión de gas doméstico ocurrida en octubre de 2024.
Durante una convocatoria de medios de comunicación, los afectados expresaron su preocupación por la falta de soluciones concretas por parte de la alcaldía, así como del Gobierno regional y nacional. Señalaron que varias familias han tenido que alquilar viviendas, lo que representa un gasto difícil de costear.
Recordaron que, en la gestión anterior de la alcaldía de Guanta, recibieron “muchas promesas” y participaron en numerosas reuniones y procesos que, hasta el momento, no han dado una respuesta efectiva a la pérdida de viviendas, los daños materiales y los gastos adicionales que han enfrentado desde el siniestro.
Los residentes también manifestaron inquietud por la seguridad de la zona, debido al daño estructural que aún presenta la torre. Insistieron en la necesidad de acelerar la demolición total del ala afectada para evitar riesgos mayores.
Aunque personal de Serviguanta acudió este sábado, luego de la convocatoria de los vecinos, para retirar escombros de una demolición inconclusa, los habitantes reclaman un plan integral para resolver la situación.
Los propietarios reiteraron su llamado a las autoridades municipales, regionales y nacionales para que atiendan de manera definitiva el problema, al que califican como una deuda pendiente con las familias afectadas desde hace casi un año.
Según medios locales, luego de estas declaraciones, el alcalde Yinder Saldivia indicó, mediante una misiva, que se está evaluando la contratación de una empresa especializada que pueda ejecutar los trabajos con rigor y la seguridad que amerita, por el alto riesgo que implica la demolición.
De igual forma, descartó por completo que trabajadores de la alcaldía continúen ejecutando un trabajo de esa característica como se venía haciendo.
Explica el burgomaestre que la ejecución de dicho trabajo ronda los 60.000 dólares, que tendrían que salir de las arcas del municipio para poder dar una respuesta a los habitantes afectados.
Guanta / Redacción Web