El padre de Liam Payne, Geoff Payne, fue recibido por el fiscal a cargo de la causa, Andrés Madrea, para autorizar el traslado del cuerpo de su hijo al Cementerio Británico —ubicado en el barrio porteño de Chacarita— para que se inicie el proceso de embalsamado con el objetivo de preservarlo. La labor dura alrededor de 48 horas.
Esto sucede después de que se realizara una autopsia, en la que se determinó que el cantante recibió 25 lesiones que acabaron con su vida. También se calificó el episodio como “muerte dudosa” ya que se desconocen las circunstancias de su caída. Igualmente, sí se reveló que Payne consumió varias drogas antes de morir, reseñaron medios argentinos.
Asimismo, detallaron que una vez terminado este proceso, todos los documentos están listos para que el ex One Direction parta rumbo a Londres, Inglaterra —su país natal—, el miércoles de la próxima semana para realizarle un funeral. Portales británicos afirman que será en la catedral de St. Paul y no en su ciudad de origen, Wolverhampton.
Cuando llegó al país el 18 de octubre, a Geoff Payne se le informó que llevarlo de regreso al Reino Unido podía demorar entre cuatro y cinco días, pero por las circunstancias de su muerte el trámite duró más de lo esperado. Además, La Nación había confirmado que el cantante no iba a ser cremado.
Según pudo reconstruir La Nación, el miércoles 16 de octubre por la tarde, Payne había bajado al lobby del hotel visiblemente fuera de sí y el personal le pidió que regresara a su habitación. Minutos después se escuchó el impacto de su cuerpo al caer a un patio interno desde un tercer piso (aproximadamente 14 metros). El cantante murió en el acto.
El resultado preliminar de la autopsia indicó que sufrió politraumatismos que derivaron en una hemorragia interna y externa.
La muerte del joven de 31 años causó conmoción en el mundo y entre las fanáticas de la banda que integró hasta 2016. En reiteradas ocasiones Payne confirmó que abusó de alcohol y drogas y que tenía pensamientos suicidas.
Buenos Aires / Redacción Web