Las malas condiciones en las que laboran los trabajadores del hospital universitario Luis Razetti de Barcelona volvieron a ser punto de debate entre ellos, pues este miércoles 5 de febrero expusieron en una asamblea todas las fallas y carencias que padecen.
“Las áreas de consulta, habitaciones de hospitalización y de descanso del personal médico y enfermería no cuentan con aire acondicionado. Las ventanas no tienen vidrios, lo que da mayor libertad para que se metan los roedores; varios baños, entre ellos el de Ginecología, están asquerosos y sin uso porque no hay manera de limpiarlos. Estamos dando salud y a nosotros nos las están quitando”, aseveró Edison Hernández, delegado de prevención del Movimiento de Trabajadores de la Salud.
La camarera Liliana Rojas indicó que desde hace tres años no les entregan equipos de limpieza, por lo que les ha tocado llevar coletos, escobas y detergentes de sus casas para trabajar. Señaló que en oportunidades han tenido que improvisar botas y gorras de las batas quirúrgicas.
Según Rojas, luego de recolectada la basura, puede durar hasta cinco días almacenada, debido a que no hay forma de llevarla al depósito por fallas de ascensor.
Inseguridad
El miedo se apodera de los trabajadores cuando van a cumplir sus guardias por la ausencia de iluminación en los pasillos. La doctora de la Unidad de Cuidados Intensivos, Yaneth Padrón, narró que le da temor caminar sola por los servicios porque ya se han registrado robos.
“La situación es grave y con la presencia de milicianos no es suficiente”, aseveró Padrón.
“Damos lo mejor de nosotros en este lugar y mira cómo nos tienen. Estamos propensos a todo tipo de enfermedades porque no tenemos indumentaria”, refirió Ronal Rodulfo, coordinador del Movimiento de Trabajadores.
Trasladar a los pacientes de un área a otra, y los cadáveres hasta la morgue, es un tormento, puesto que los ascensores destinados para las camillas no funcionan desde hace cuatro años. El único que sirve sólo llega al piso 5, por lo cual se ven obligados a movilizarlos por las escaleras.
Durante el recorrido del equipo de El Tiempo por las instalaciones del Razetti se pudo constatar esa versión. Y es que cinco hombres llevaban a una parturienta en silla de ruedas por los escalones, desde el piso 5 hasta el 7.
La falta de transporte fue otro de los puntos que trataron. En 2017 fue la última vez que contaron con el servicio y manifestaron que están cansados de reclamar a la directiva, jefes de servicios y coordinadores del recinto. De paso reciben amenazas y acoso, frente a lo cual consignarán un documento ante la Inspectoría del Trabajo.
Aseguraron que también acudirán a la gobernación del estado y a la Alcaldía del municipio Simón Bolívar, a fin de exponer su rechazo a las condiciones en las que se encuentra el principal recinto hospitalario de Anzoátegui.
Milena Pérez / Barcelona
