Hace más de un mes se activaron ocho estaciones de servicio en el estado Anzoátegui, exclusivamente para que los choferes de pasajeros se abastecieran de combustible 100% subsidiado, pero según el presidente del Sindicato Único de Trabajadores del Transporte en la entidad (Sutta), Lorenzo Rodríguez, esta medida no ha funcionado de manera correcta, pues los afiliados deben estar con dos o tres días de anticipación en el lugar para poder surtir los tanques.
Manifestó que el límite de carburante al que pueden acceder es de 70 litros, los cuales sólo les alcanzan para laborar dos días y luego se ven obligados a madrugar constantemente en las gasolineras.
El dirigente sindical sostuvo que esto ha vuelto a influir en las fallas del transporte público durante la cuarentena. Además, sólo 5% de la flota se encuentra operativa, ya que no han recibido dotaciones que permitan mejorar las unidades.
"Antes de la pandemia hablábamos de 80% de paralización por falta de cauchos, aceites, baterías y muchos otros repuestos y ahora esto se ha agravado porque no ha habido ente que se haga cargo", enfatizó.
Rodríguez agregó que esto impide que cumplan las normas de distanciamiento necesarias para prevenir contagios de Covid-19.
"Las autoridades no pueden pretender que se logre el distanciamiento dentro de las unidades cuando no hay suficientes vehículos. En la actualidad alrededor de 50 vehículos están cubriendo la ruta de Barcelona a Puerto La Cruz cuando deberían ser más de 500. Allí nos podemos dar cuenta de que esa cantidad no moviliza a los cientos de anzoatiguenses que diariamente van a abastecerse, por ejemplo, en el mercado de Sotillo", explicó.
Rodríguez responsabilizó al Órgano Superior de Transporte de la entidad "por no hacer las gestiones suficientes y necesarias para frenar esta situación y recuperar la flota".
El gremialista añadió que los transportistas tampoco tienen los implementos de protección como guantes y tapabocas para impedir que se contagien, en vista de que están en contacto directo con una gran cantidad de usuarios.
Milena Pérez / Barcelona