La plaza Bombón de Barcelona sirvió una vez más de punto de encuentro, este martes, para que los representantes gremiales de la zona metropolitana se concentraran, en esta oportunidad junto a los dirigentes políticos y la sociedad civil, a partir de las 9:00 am, para marchar por los derechos constitucionales, entre ellos mejores salarios, para cubrir las necesidades básicas.
Pese a que desde un principio la convocatoria estuvo liderada por la Federación de Trabajadores del estado Anzoátegui (Fetranzoátegui), que tenía previsto realizar la caminata por la avenida Miranda hasta la sede de la gobernación, cuando comenzó el recorrido, pasadas las 10:00am, los partidos políticos y la sociedad civil tomaron la batuta y desviaron la ruta hacia la avenida Fuerzas Armadas, causando malestar en algunos de los presentes.
Una vez en el nuevo camino, entre consignas y gritos la multitud cruzó en la calle Carabobo, luego atravesó el bulevar 5 de Julio para tomar la calle Zamora hacia la Bolívar, posteriormente la avenida Pedro María Freites hasta culminar entre la Caracas y la plaza Libertadores entonando el Himno Nacional, cerca de las 12:00 pm.
"Estamos nuevamente en la calle como lo hicimos en 2013, 2014, 2017, 2019 y lo vamos a seguir haciendo todos los días, hasta lograr la libertad de Venezuela porque es inconcebible que tengamos los salarios más bajos del mundo, que los maestros no tengan sustento para sus hogares y que nosotros los jóvenes no tengamos oportunidades en nuestro país", fue parte de lo expresado por Félix Vázquez, uno de los jóvenes que dijo presente.
Por la tercera edad, Víctor Ortega manifestó que asistió por la libertad de la nación, para que su hijo, que está en Colombia buscando mejores oportunidades, pueda regresar.
"También quiero mandarle un mensaje a Maduro para que sepa que esos 130 bolívares son una ofrenda para el pensionado. No estamos pidiendo que nos regale algo, no pedimos dádivas, queremos es una pensión justa, la que de acuerdo a la Constitución y a nuestras leyes es irrenunciable", enfatizó Ortega.
Barcelona / Elisa Gómez
