El gobierno británico enfrentaba presiones el martes para actuar rápidamente y mantener a raya las infecciones de coronavirus, después de que un fuerte repunte de casos en todo el país en los últimos días avivó las preocupaciones sobre la posible tendencia de la pandemia durante el invierno.
Tras las cifras del lunes, que muestran que el Reino Unido registró casi 3.000 contagios nuevos de COVID-19 por segundo día consecutivo, se conjetura cada vez más que el gobierno británico estudia la posibilidad de endurecer algunas restricciones, como la reducción del número de personas que pueden reunirse en interiores en Inglaterra, desde el máximo actual de 30.
Se habla de nuevas restricciones de confinamiento luego de que ministros del gobierno y científicos expresaron temores de que el alivio al encierro aplicado durante el verano haya llevado a muchas personas, especialmente a los adultos jóvenes, a bajar la guardia en un país que registró el brote de virus más mortífero de Europa.
“Este es un cambio importante, ahora es constante durante dos días y es una gran preocupación en este momento”, señaló el profesor Jonathan Van-Tam, subdirector médico del gobierno.
Relajación
“Hemos podido relajarnos un poco durante el verano. Los niveles de enfermedad han sido bastante bajos en Reino Unido durante el verano, pero estas últimas cifras realmente nos muestran que aunque la gente parecía decir ‘bueno, se ha ido’, esto no ha desaparecido”.
Aunque subrayó que el aumento es “mucho más marcado” entre los jóvenes de entre 17 y 21 años, indicó que hay una “tendencia geográfica más general y progresiva” en todo el país.
“La gente se relajó demasiado”, afirmó. “Ahora es el momento de volver a comprometernos y darnos cuenta de que esta es una amenaza continua para nosotros”.
Reino Unido tiene la peor cifra de muertos por el coronavirus en Europa, con más de 41.500 en los 28 días posteriores a haber dado positivo en la prueba diagnóstica. Se cree que el número real de víctimas es mucho mayor, ya que el recuento del gobierno no incluye a los que murieron sin haber sido examinados.
Londres / Pan Pylas / AP
