Desde las 5:00 de la mañana de este jueves, un grupo de unos 120 pescadores de las flotas de altura de El Morro, Puerto Santo y Río Caribe, en el municipio Arismendi; con el apoyo de trabajadores de Guaca en Bermúdez y de La Esmeralda en Ribero, cerraron la vía entre Carúpano y la capital arismendina, para reclamar una solución al tema del precio del gasoil, cuyo costo subsidiado les permitía operar.
Liliana Tineo, vocera del Consejo de Pescadores Península de Paria, explicó que decidieron trancar de forma masiva, debido a la retención de dos gandolas de gasoil que llegaron al surtidor unas dos semanas, con facturas dolarizadas, y hasta la fecha las autoridades nacionales, regionales y locales no han dado respuestas.
“Ni el ministro de Pesca ni el gobernador, nadie nos ha dado respuestas y entonces queremos una solución y nos están obligando a ir a trancas”.
La vocera explicó que como consecuencia de la falta de decisión con respecto al precio del gasoil que llegó al surtidor Pessanto de El Morro, están paradas las flotas de esa población, Carúpano, Guaca y La Esmeralda.
Tineo agregó que el corte de vía se cumplía, ayer al mediodía en tres puntos distintos de la carretera local que une a Carúpano con Río Caribe.
Dijo que la acción amenaza con extenderse, sino hay una respuesta satisfactoria de parte de las autoridades, pues los trabajadores de estas embarcaciones aspiran a salir en una última campaña en el año, que les permita abastecerse para diciembre y el inicio de 2023.
El también vocero principal de Consejo de Pescadores Península de Paria, Wilmer Lugo, informó que antes de cerrar las vías, se comunicaron con el ministro de Pesca, Juan Carlos Loyo y con otros funcionarios, pero no hubo respuestas.
Lugo precisó que es la segunda vez que les llega el combustible a precio internacional. En la oportunidad anterior pudieron revertir la medida y comenzó a llegar subsidiado otra vez.
El vocero del sector pesca señaló que unas 15 embarcaciones de El Morro están a la espera de combustible para salir. Si se quedan en los muelles, serán unos 30 mil kilos de pescado que no entrarán al mercado nacional.
Panorama negro
Pero el problema es sumamente complejo y afecta el abastecimiento de especies marinas en todo el país, pues las flotas de altura de los tres municipios sucrenses: Arismendi, Bermúdez y Ribero, aportan un porcentaje cercano al 70% de especies como carite, jure, pargo, mero, cazón, entre otros, al mercado nacional.
Alcides Lugo, dueño de embarcación, explicó que el precio del combustible, que era subsidiado y generaba trabajo, ahora llegó a precios internacionales y ni siquiera les comunicaron el cambio oportunamente. “No nos llegó a través de ningún medio una gaceta oficial el aumento del precio del gasoil. Solo que la gandola había llegado a precio internacional”, por lo que tienen unos 40 días que no salen a faenar.
Explicó que su embarcación usa 12 mil litros, pero hay unas que, dependiendo del calado pueden usar hasta 40 mil litros de combustible, cuyo consumo está supeditado a la duración de la campaña, que puede ser de entre 25 días y 40 días. Las embarcaciones estaban recibiendo 15 mil litros subsidiados.
El costo del combustible, si lo adquieren al precio internacional, se incrementa en 500%, pues pagaban 500 dólares por cada 10 mil litros y ahora costaría 5.500 dólares, cuya incidencia se trasladaría al pescado.
Por ejemplo, un kilo de carite, que hoy cuesta unos 3,5 dólares, pasaría a costar unos 8 dólares el kilogramo.
“Se trata de un problema que nos afecta, a nuestros familiares y a todo el mundo, porque aquí se mueve pescado a nivel nacional”, dijo.
Wilmer Lugo, sobre este particular precisó que la paralización, por la falta de carburante, deja sin ingresos a una masa laboral cercana a los 1.500 trabajadores directos, que producen su sustento en unas 116 embarcaciones que operan entre Ribero y Arismendi.
Cada embarcación de altura produce, entre 3 mil y 5 mil kilos de pescado, que multiplicadas por esas 116 embarcaciones, totalizan entre 348 mil y 500 mil kilos de pescado al mes. Durante la paralización de la flota, se dejaron de producir unos 400 mil kilos de pescado.
Paria / Cecilia Lárez
