Las deficiencias con el servicio de agua, que comenzaron hace aproximadamente dos años en la calle Los Tubos del sector III de Campo Claro de Barcelona, no han tenido ningún cambio en este tiempo transcurrido. Ante la falta de asistencia de las autoridades, los vecinos se han tenido que acostumbrar a la situación.
“Tenemos que comprar los tubos para reparar las tuberías que están rotas”, así afirmó Abraham Torres, habitante de la comunidad. En su declaración explicó que es la solución que le dan los que realmente deberían resolver el problema. Aseguró que ha sido difícil reunir el dinero necesario en la comunidad para comprar el material, pues no todos los residentes tienen un ingreso económico.
Aunque es una falla que padecen muchas comunidades del municipio Simón Bolívar, los residentes de este sector aseguran que es uno de los que más sufren para conseguir agua, pues no tienen ningún arroyo, ni toma de agua cercana. Las llamadas a los que conducen camiones cisternas se han vuelto frecuentes, ya que de otra manera no tendrían cómo disponer del servicio.
“Las cisternas nos cobran 50 bolívares por llenar un tambor de agua, que tenemos que rendir para lo necesario. Si no tenemos dinero, nos aguantamos hasta que podamos pagar el servicio”, dijo Olga Ruíz, vecina del sector Los Tubos.
El asfalto está deteriorado. Además de que las calles no han recibido mantenimiento, el paso de los vehículos pesados ha provocado que los huecos se profundicen, pero residentes no lo destacan como una deficiencia tan grave.
La recolección de desechos y la limpieza del alcantarillado han estado en manos de los mismos habitantes del sector. Coinciden en que por más que llaman a los organismos competentes no se acercan. “Nosotros mismos tienen que buscar soluciones inmediatas, antes de que estos problemas se agraven” afirmó un habitante de la comunidad que pasó frente al equipo de El Tiempo y que no quiso identificarse.
Barcelona / Rubmar Perdomo
