La leche condensada, los néctares, los colados y el dulce de leche de la marca Natulac, además de ser productos naturales con gran sabor, son elaborados con estrictos controles de calidad.
Esos procesos comienzan incluso antes de que llegue la materia prima a sus plantas en Cabudare, Barquisimeto y Quebrada Arriba, estado Lara, hasta colocarse en el anaquel donde lo adquiere el consumidor.
Según José Mendoza, gerente de planta Inalcón, ubicada en Quebrada Arriba, Carora, las materias primas como el azúcar, la leche líquida o en polvo y las pulpas son verificadas y sometidas a pruebas realizadas en el laboratorio de microbiología, dentro de las mismas instalaciones, para evaluar aspectos como la inocuidad, es decir, que el producto sea apto para el consumo humano, sin presencia de bacterias, organismos ni gérmenes extraños a la leche y nocivos para la salud.
En el caso de la leche condensada, en cada una de las etapas de su producción, se controla la calidad. “es decir, en la fase de mezcla de la leche y azúcar, en la pasteurización, e incluso en el llenado, cuando se verifican los envases. Para la línea Inalcón, contamos con nuestro propio laboratorio de microbiología, para certificar las óptimas condiciones del alimento o detectar lo que llamamos desviaciones”, asegura Mendoza en una nota de prensa.
Una iniciativa
Industrias Maros C.A, a diferencia de otras empresas, cuenta con su propio laboratorio interno para el análisis microbiológico, además de un equipo humano y tecnológico avanzado, con las herramientas y dispositivos idóneos para los análisis. “Contar con un laboratorio in situ nos da seguridad para garantizar un producto de calidad”, señala Mendoza
Carlos Yumar, gerente de la planta Barquisimeto, asegura que en el proceso de control de calidad para la leche condensada comienza desde la finca, donde al productor se le exigen unos estándares específicos, que cumplan las normas Covenin y las pautas internacionales. Indica además que, la materia prima que se utiliza para este producto es leche UHT A-1, que es la mejor en el país.
Para el envasado también se deben cumplir parámetros microbiológicos determinados antes de ser salir de planta para ser distribuidos, explica Yumar.
Una constante
Durante todo el proceso, es decir, recepción de la materia prima, elaboración del producto y su terminación, la leche condensada y el dulce de leche pasan por ocho puntos de control de calidad, en los que a su vez se hacen análisis diferentes, para evaluar, por ejemplo, sólidos totales, microscopía, estabilidad proteica, punto de ebullición y los estudios microbiológicos.
Aunque ya la etapa de distribución a tiendas y supermercados no es controlada por Industrias Maros C.A, Yumar indica que el departamento de Post-Venta de Natulac le da una inducción y recomendaciones a los vendedores sobre el almacenaje, manejo y transporte del producto para garantizar que llegue en óptimas condiciones al consumidor final.
Caracas / Redacción Web
