De los 1.737 electores que participaron en el centro habilitado en la ciudad de Nueva York para la primaria opositora, exactamente 1.687 favorecieron a la líder del partido Vente, lo que representó 97,12%. Esto significa que el resto de todos los candidatos, sólo obtuvo 50 sufragios, luego de que ante los ojos de centenares de testigos, se contaron las papeletas en el recinto habilitado en el Bajo Manhattan.
En la ciudad de Nueva York y el área triestatal, uno de los ejes más importantes de la migración venezolana en Estados Unidos, estaban habilitadas 7.150 personas para votar. Lo que significa que apenas 24% de los inscritos participaron en este proceso.
De acuerdo con fuentes de la Comisión Nacional de Primaria (CNP) de Nueva York, el hecho de que casi hasta el último momento el evento no contaba con una sede, generó mucha confusión en miles de inmigrantes.
“De hecho, se corrió el falso rumor de que el proceso había sido suspendido en Nueva York. No dio tiempo para divulgar información clave. Sin embargo, recibimos una proporción de votantes, que se asemeja a otras ciudades del mundo, con una mejor logística y recursos”, destacaron fuentes de la CNP.
Más allá de los resultados y ante la inminencia de unas Elecciones Presidenciales en cualquier momento de 2024, los migrantes venezolanos en el área triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, que podrían superar las 100 mil personas, cuentan un vacío institucional por el cierre del consulado ubicado en Manhattan, desde el año 2019.
Como advierte el venezolano Andrés Correa, quien ha sido voluntario en la organización de consultas ciudadanas en la Gran Manzana, lo primero que hay que ponderar de cara al futuro, es que si el Consejo Nacional Electoral (CNE) no realiza una actualización del Registro Electoral de los venezolanos que residen en Estados Unidos, miles de sufragantes se quedarían sin ejercer su derecho.
Lo complicado, es que para que esto suceda, deben primero cristalizarse una serie de acuerdos consulares, que dependen del avance de supuestas negociaciones que se adelantan en este momento.
“La tendencia mundial es que en elecciones internas, como las que se celebraron este domingo, cuenten con una baja participación. Pero como se observa en procesos anteriores, un llamado a elecciones presidenciales siempre despierta otro tipo de movilización. Sin una sede consular y sin un esquema oficial de actualización de electores, los migrantes de aquí seguirán a la deriva”, argumentó Correa.
La última vez que se realizaron elecciones en Nueva York, avaladas por el CNE, el padrón electoral rondaba los 2,500 votantes, una cifra que se proyecta a multiplicarse por 20, si abrieran una actualización.
Trascendió que un gran porcentaje de los migrantes venezolanos que se acercaron a sufragar en la Primaria en Nueva York, no lo pudieron hacer porque no cuentan con cédula de identidad o pasaporte. Desde hace cuatro años, el Derecho Humano a la identificación de cualquier ciudadano, ha sido negado desde que se interrumpieron las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.
“Si esto continúa así. Y llaman a unas elecciones de verdad, organizadas por el CNE, lamentablemente serán miles de votos los que se perderán desde Estados Unidos. Más allá del triunfalismo, lo que debemos presionar desde ya, como ciudadanos venezolanos, es que nos garanticen aquí el derecho a la identificación y al registro electoral, como pasa con todos los países normales del mundo”, se quejó un inmigrante cumanés, radicado en Nueva Jersey desde hace 20 años.
El cierre de la sede consular de Venezuela en Manhattan, significa una calamidadpara una comunidad que en los últimos cinco años, de manera ascendente, tiene más presencia en todos los rincones del área triestatal.
En sí,técnica y jurídicamente, miles de venezolanos “no existen”, o por lo menos, no tienen una prueba válida que certifique su existencia.
Desde marzo de 2019, los venezolanos constituyen los únicos hispanos de Nueva York que tienen cerrada por completo la puerta a una serie de trámites consulares, que entre otros aspectos, les impide la renovación o extensión de pasaportes, un soporte clave para que un extranjero pueda acreditar su nacionalidad e identidad.
Nueva York / Fernando Martínez