Gran Bretaña pondrá en cuarentena a los viajeros que lleguen de los puntos calientes del COVID-19 en los hoteles a partir del 15 de febrero, dijo el gobierno, después de las críticas de que no se movía lo suficientemente rápido para implementar la medida.
La estadía obligatoria de 10 días en un alojamiento proporcionado por el gobierno, anunciada por primera vez el mes pasado, está diseñada para estrechar las fronteras contra las cepas mutantes del coronavirus que podrían poner en peligro el programa de vacunación de Gran Bretaña.
La cuarentena se aplicará a los estados en una "lista roja" donde prevalecen las variantes de COVID-19, incluidos Sudáfrica y países de América del Sur.
"Esto se suma a las medidas existentes y queremos asegurarnos de que esto funcione, de que le avisemos a la industria hotelera", dijo el viernes el ministro de Relaciones Exteriores, James Cleverly, a Sky News.
En un anuncio a última hora del jueves, el gobierno dijo que había estado consultando a las industrias de viajes y hoteles, y que ahora finalizaría los planes, incluida la contratación de hoteles cerca de puertos y aeropuertos.
Una portavoz del Departamento de Salud dijo que Gran Bretaña ya tenía uno de los regímenes fronterizos más duros del mundo para los viajeros, como exigir pruebas de una prueba COVID-19 negativa.
“Ahora estamos trabajando al ritmo para asegurar las instalaciones que necesitamos para implementar la cuarentena administrada para los ciudadanos británicos que regresan a casa desde los países de mayor riesgo”, dijo.
Los legisladores de la oposición han criticado a la administración de Boris Johnson por no implementar el plan más rápidamente.
“Estamos en una carrera contra el tiempo para proteger nuestras fronteras contra las nuevas cepas de Covid. Sin embargo, la cuarentena en los hoteles entrará en vigor más de 50 días después de que se descubrió la cepa sudafricana ”, dijo el portavoz de Asuntos Internos del Partido Laborista, Nick Thomas-Symonds.
El ministro de Salud, Matt Hancock, había discutido la política con su homólogo en Australia, donde se introdujo la cuarentena en marzo de 2020, dijo el Departamento de Salud. Los funcionarios también solicitarían asesoramiento a Nueva Zelanda.
Londre / Reuters
