La Comisión Europea (CE) pidió que los países de la Unión Europea (UE) aceleren la administración generalizada de dosis de refuerzo contra la Covid-19, dado el rápido avance de los contagios en buena parte de la UE y ante la incertidumbre generada por la nueva variante ómicron.
"Estamos en una especie de guerra. En un lado tenemos el virus y las variantes y en el otro las vacunas y las dosis de refuerzo. Y quiero que la segunda parte gane", dijo a EFE la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en una comparecencia ante la prensa sobre la situación epidemiológica en la UE.
La tasa de vacunación con pauta completa en el conjunto de la UE y países asociados como Noruega o Islandia está estancada en el 66,2 % del total de la población, sin apenas cambios en las últimas semanas.
"Nos enfrentamos a un duro doble reto. Por un lado estamos en mitad de la cuarta oleada de la variante delta, concentrada, sobre todo, en aquellos que no están plenamente vacunados, y por otro la nueva cepa", dijo Von der Leyen, en el día que se cumplen dos años desde que asumió los mandos de la Comisión Europea.
La política alemana señaló que aún pasarán "dos o tres semanas" hasta que se conozcan los efectos sobre transmisibilidad y virulencia de la variante ómicron, detectada inicialmente en Sudáfrica pero encontrada también en varios países europeos incluso en contagios anteriores al reporte sudafricano.
En este momento no sabemos todo sobre esta variante, pero sabemos suficiente para estar preocupados, agregó Von der Leyen, médico de formación, quien recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la nueva cepa de riesgo "muy alto".
La alemana subrayó que lo que sí se conoce con solidez científica es que "la vacunación completa y las dosis de recuerdo proporcionan la mayor protección contra la covid" disponible por el momento.
En ese sentido, la política alemana dijo que Biontech-Pfizer le ha informado de que puede acelerar la producción de vacunas para niños a partir de cinco años, que estarán disponibles en la UE a partir del próximo 13 de diciembre.
Y si se detecta que la variante ómicron no responde bien a las vacunas, los contratos con los proveedores de vacunas firmados por la Comisión Europea contemplan actualizaciones de los fármacos, que tardarían unos 100 días!, es decir, unos cuatro meses. Lo cierto es que la UE permanece atenta a la variante del COVID-19.
Berlín / Redacción Web
