Preocupados. Así se sienten los habitantes del sector El Palito del municipio Marcano del estado Nueva Esparta, por el mal estado en el que se encuentra la capilla San Antonio, principal centro religioso del lugar.
Este templo requiere reparaciones inmediatas para que los feligreses tengan más comodidades al momento de reunirse en las ceremonias católicas.
"La capilla pertenece a la gobernación de Nueva Esparta y desde hace varios meses se espera que el personal de esa institución haga las reparaciones. Esas fueron puras promesas, porque nunca se hizo la reconstrucción y renovación de un sitio que está totalmente deteriorado", explicó Armando Carreño, promotor cultural margariteño.
Según Carreño, la edificación, que sirve para que los niños reciban clases de catequesis y los adultos acudan a misas, presenta un techo repleto de huecos y eso genera múltiples filtraciones que daña la infraestructura.
"A los dirigentes gubernamentales les pedimos que solucionen esta situación, porque ya hemos ido varias veces a la a la alcaldía de Marcano y nadie hace nada. La iglesia se moja porque el techo está dañado y hay muchos vidrios rotos (vitrales). Eso es triste porque mucha gente necesita del lugar para hacer bautizos, así como para organizar fiestas patronales".
Afirmó que el estadio El Sitio de El Palito tampoco se encuentra en buenas condiciones, porque los "amigos de lo ajeno" desvalijaron eso impide que instructores de béisbol y fútbol puedan ejercer su labor.
"Nuestro estadio es valioso porque se hacen muchos torneos regionales. No podemos permitir que ese lugar se pierda porque los jóvenes necesitan ese tipo de espacios para su recreación", explicó al tiempo que indicó que 60 chicos de la academia de El Palito se ven afectados por la situación.
En El Palito tampoco cuentan con un buen sistema de alumbrado público, porque en las noches reina la oscuridad, algo que genera que aumenten los robos.
Claritza Salazar, otra habitante de la zona, dijo que a las residencias no llega el agua potable porque hay fallas en el servicio. Clamó porque se envíen camiones cisternas para que la gente pueda almacenar el líquido y cumplir sus labores domésticas.
Recordó que la capilla San Antonio, por servir como centro de formación educativa, se inunda cada vez que se presentan lluvias y eso impide que los profesores puedan instruirlos como merecen. Clama porque los gobernantes tomen en serio sus peticiones.
"Queremos que nos den respuestas para nuestras necesidades porque hay niños que necesitan prepararse en la capilla porque no pueden ir a las escuelas durante la pandemia (de COVID-19). Todos necesitamos que el espacio religioso esté en buen estado, porque permite que los muchachos se mantengan activos".
Porlamar / Joseph Ñambre
