En la zona norte existe una especie de ruta de la basura que revela las deficiencias de las administraciones municipales para sostener la prestación del servicio de recolección de desechos en la zona norte del estado.
Pese a que las alcaldías de los municipios Simón Bolívar y Sotillo anunciaron a principios de año, con bombos y platillos, la incorporación de la empresa Fospuca para la recolección de basura, hoy los desperdicios se ven por doquier en las calles y avenidas del eje urbano.
Las avenidas Costanera, Cajigal y Argimiro Gabaldón, en Barcelona, y los sectores Tierra Adentro, Razetti 1, El Paraíso y Los Boqueticos de Puerto La Cruz, son sólo una muestra de los botaderos improvisados, en las que han convertido los ciudadanos ante las fallas en la recolección por parte de la citada empresa, y también, dicen unos, por la falta de conciencia ciudadana.
Hasta tres semanas esperando la llegada de los camiones, pasan, por ejemplo, los habitantes de las residencias situadas a lo largo de la avenida Costanera de Barcelona.
“Es inconcebible que una empresa que cobre tan caro el servicio de aseo nos tenga esperando hasta casi un mes para que vengan a recoger los desechos. Para evitar la proliferación de ratas y cucarachas nos hemos visto en la necesidad de alquilar camiones particulares que nos cobran hasta Bs 300.000 mil por el servicio y la empresa Fospuca, bien gracias”, indicó un vecino de un conjunto residencial ubicado frente al Centro Comercial Puente Real.
Pero la ruta sigue. En el trayecto de la avenida Cajigal, específicamente a la altura del sector Portugal, los vecinos optaron por usar un terreno baldío como basurero.
Botaderos improvisados
En la pasarela de Boyacá, cerca del Instituto Nacional de Capacitación Educativa Socialista (Inces), se ha formado otro botadero improvisado.
Residentes del sector sostuvieron que la empresa Fospuca cobra Bs 80.000 por prestar el servicio. Sin embargo, tienen que dejar los desperdicios en el lugar, ya que los camiones compactadores tiene varios meses sin pasar.
En el recorrido realizado por el equipo de El Tiempo, se visitaron las comunidades de Guamachito y El Espejo, aledañas a la Vía Alterna y a lo largo del trayecto en ambas se apreció la acumulación de desperdicios.
A mediados de noviembre, trabajadores del consorcio, que tiene contrato con varias localidades del país, se declararon en paro alegando que la compañía les adeuda beneficios salariales y de operatividad. Además indicaron que el trabajo se hacia en las peores condiciones en virtud de que de los 30 camiones que la empresa tiene para atender tanto a Barcelona cómo Puerto La Cruz, sólo ocho están en funcionamiento.
En Sotillo el panorama no dista mucho del de la ciudad capital, y sectores como Razetti 1, Tierra Adentro, El Paraíso y los Boqueticos, “compiten”, para ver cuál acumula más basura.
En varias de estas comunidades, los residentes decidieron quemar los desechos, lo que, al igual que la mala disposición de estos, puede generar daños a la salud.
La gente lanza a la calle de todo, hasta colchones y muebles viejos. Los que no se quejan de esta situación son las moscas, ratas, insectos y los zamuros que pelean fuerte por el sucio menú.
Zona Metropolitana / José Alberto Camacho
