Transitar por calles y avenidas de la capital del estado Anzoátegui se ha convertido en una especie de aventura extrema, como si de una pista de carreras para vehículos rústicos se tratara.
Huecos, producto del escaso mantenimiento vial, son la imagen resaltante del centro de Barcelona, una ciudad histórica con más de 383 años de fundada.
Basta circular por las calles Maturín y Zamora, las que servían de principales accesos cuando fue construido el bulevar 5 de Julio, a principios del 2004, para constatar la falta de inversión que en materia de vialidad signa al casco barcelonés.
Los conductores deben realizar maromas para no caer a profundidad en las zanjas y evitar que sus vehículos sufran graves daños.
Y es que como lo expresa el vecino y comerciante José Bello, también la Maturín, cruce con Freites, a escasos metros de donde se ubica el Registro Principal, tienen, aproximadamente, seis años sin recibir una capa de concreto.
“Lo que pasa es que existe un bote de aguas negras al frente del centro comercial Pasaje Colonial que no han logrado corregir y eso ha ocasionado también el deterioro de la vía”, dijo Bello.
Más adelante, en el empalme con la Bolívar, se imponen otros cráteres, uno más grande que el otro, al parecer, producto de aguas estancadas.
En el otro extremo que da acceso desde la Casa Fuerte hacia La Chica, el deterioro es más evidente mientras se adentra por las calles transversales.
Calle millonaria
En el cruce de la avenida Caracas con Pedro María Freites, sentido hacia La Fuente Luminosa, hay huecos que obligan a los conductores a reducir la velocidad. El vecino José Laya calificó ese tramo como la “calle millonaria”, debido a que por allí pasa una tubería de agua que se ha roto en varias oportunidades.
El tramo peor se halla entre la calle Freites y varios de la Monagas, los cuales tienen más de tres años en malas condiciones. Así lo recordó el presidente José Ojeda.
“En estas calles se suelen estancar las aguas de lluvia como por hora y media o dos horas, y entre la humedad y el tránsito de los carros se ha ido dañando todo. En estos días, un candidato a concejal prometió unos sacos de cemento para tapar los huecos y nos quedamos esperando. Es un peligro porque en algunos tramos los carros, para esquivar los huecos, se lanzan a la acera y pueden arrollar a alguien”, comentó Ojeda.
En la misma calle Monagas, pero del lado de la gobernación, hay otras zanjas que complican el tránsito, especialmente, de los conductores que cubren la ruta hacia Las Casitas.
Otros cinco hundimientos se consiguen en la avenida Caracas, pese a que hace menos de un mes, autoridades locales realizaron un plan de bacheo.
El equipo de El Tiempo trató de conocer si representantes de la Corporación de Anzoátegui (Corpoanzoátegui), ente que actualmente realiza labores de asfaltado en la avenida Argimiro Gabaldón, tenían previsto pavimentar las calles del centro barcelonés, pero al parecer, no se han planteado esa posibilidad.
Barcelona / Elisa Gómez