Veinticinco días sin Internet tiene la parroquia Capadare del municipio Acosta, en Falcón; un problema que afecta la actividad comercial que, sin la posibilidad de transmitir datos, no puede procesar los pagos a través de los puntos electrónicos.
La falla del servicio perjudica a los abastos y bodegas, así como a los establecimientos comerciales en general y al ciudadano común, que se ve impedido de comprar alimentos, víveres de uso diario y cualquier otro producto.
Los vecinos refieren que del problema que afecta al pueblo no se ocupan los funcionarios de Gobierno «porque ellos, como buenos enchufados, tienen contratatos con empresas privadas de Internet y eso les garantiza siempre conexión, pero el ciudadano de a pie, el estudiante, el trabajador, la ama de casa y el campesino se ven privados del servicio, lo que les impide acceder a otros servicios y bienes», dijo Amelia Salas.
Falcón / La Mañana