La selección de Estados Unidos, la gran favorita para quedarse con la medalla de oro en el torneo de baloncesto masculino de los Juegos Olímpicos París 2024, prosiguió su camino hacia su decimoséptimo título con otra contundente victoria en el tercer y último partido del grupo C , en Lille; esta vez contra Puerto Rico (104-83) que quedó eliminada del torneo de los Juegos de París 2024.
El equipo de Steve Kerr, como era de esperar, concluyó primero en su lote y se medirá con Brasil en cuartos de final el próximo miércoles y ya en la capital francesa.
Con un plantel plagado de estrellas, esta vez el más brillante en la nueva versión del 'Dream Team' que apunta a un quinto oro seguido, fue Anthony Edwards, que, con un total de 26 puntos acabó como máximo anotador de un partido que Estados Unidos resolvió jugando a tope sólo el segundo cuarto.
Joel Embiid, que no había jugado ni un minuto contra Sudán del Sur, regresó, en lugar de Anthony Davis, al cinco de Steve Kerr, un técnico a la altura (o por encima de algunas) de las estrellas de su equipo. Con nueve anillos de ganador de la NBA, cuatro de ellos como técnico (con Golden State), alineó al anterior junto a los de momento intocables LeBron, Curry y Devin Booker; y a Jason Tatum.
Puerto Rico aguantó, incluso bien, el primer cuarto. En el que, después de ir 14-17 tuvo una brillante secuencia con tres triples de Tremont Waters, José Alvarado y Aleem Ford, que, junto a otra canasta de Arnaldo Toro les dieron una ventaja máxima de ocho puntos: 25-17.
A los puertorriqueños les entraba todo desde el perímetro y otro triple de Jason Clavell, ex de Estudiantes y recién fichado por el Covirán Granada, redondeó, poco después de entrar a cancha, un parcial de 30-25 con el que acabó el primer cuarto.
Pero ahí se acabó el sueño caribeño.
Porque lo de Puerto Rico era una misión imposible. Había sido sorprendida por Sudán del Sur en su primer partido y pagó, después, ante Serbia, los platos rotos tras la paliza recibida por ésta a manos del 'Team USA'.
Este sábado debía ganar al a ratos supersónico equipo norteamericano y esperar a una dura derrota de Sudán del Sur ante Serbia -que jugaban después- para albergar alguna esperanza de entrar en cuartos como uno de los dos mejores terceros.
Kevin Durant -que busca un inédito cuarto oro olímpico a los 35 años- llamó al orden una vez reanudado el juego. Y un triple suyo (31-29) daba de nuevo el mando a los norteamericanos.
Sin estar al nivel del primer partido, contra Serbia, en el que se salió del mapa sólo en los minutos que jugó antes del descanso, Durant, máximo anotador de la historia de su equipo en Juegos -que, por lesión, no había jugado ni un solo minuto de los cinco amistosos de preparación- no deja de asombrar.
Tras el sesteo del primer acto, la bestia estadounidense no sólo se despertó, sino que empezó a rugir. Y en diez minutos pasó de ir cinco abajo a comandar por 21 (64-45). Tras un recital de LeBron James, no menos colosal, a los 39. En busca de un tercer oro, sus mates impresionan. Pero más aún, sus asistencias. Antes del descanso ya había dado seis. De todos los colores. Y a cada cuál más espectacular.
James igualaba, al igual que Stephen Curry y Jayson Tatum, los ocho puntos de Durant. Pero el más productivo durante la primera mitad -con doce- fue Anthony Edwards, el base de los Timberwolves de Minnesota que el lunes festejará su vigésimo tercer cumpleaños en París con un futuro más que prometedor ante sí.
Edwards, que reclama silla en la mesa de los más grandes, también fue el máximo anotador cuando sonó el bocinazo final. Acabó con 26 puntos y una valoración máxima del partido, de 25. El más anotador de Puerto Rico fue Alvarado, con 18 unidades; y el mejor valorado, Romero (20).
Después del acelerón del segundo cuarto, el Team USA se dosificó y cerró el tercer acto con 28 puntos de ventaja. Edwards completó su festival y Estados Unidos tampoco se tuvo que esmerar para volver a superar la centena y ganar el partido por 'sólo' 21 (104-83), después de dejarse ir en el último cuarto (que ganó Puerto Rico).
En espera de Brasil, que retará el próximo miércoles en París Bercy, todo parece indicar que la escuadra sudamericana tendrá que necesitar un milagro para avanzar a semis.
Lille / EFE