En años anteriores, la tarde del 25 de diciembre se caracterizaba por mostrar las calles y plazas de Barcelona llenas de niños sus regalos de Navidad. Sin embargo, este año fueron pocos los que salieron a disfrutar sus obsequios.
Alguno que otro pequeño montó su bicicleta o monopatín y otros tantos jugaron con sus balones o carros a control remoto, pero el escenario no estuvo ni cerca al de épocas pasadas.
Algunas personas consultadas, coincidieron en que la situación económica de Venezuela ha obligado a muchos padres a elegir una cosa y sacrificar otra. En este caso, decidieron desprenderse de los juguetes.
"Yo no tenía para darle un buen regalo a mi hijo, simplemente le di un 'muñequito' sencillo para que por lo menos tuviera algo. Preferí comprarle ropa, que le va a servir más", explicó Marina Hernández, habitante del sector Guamachito.
Una posible causa
Para Martina Guaregua otra de las razones de que no hubiera muchos chicos disfrutando sus juguetes es que ahora está de moda pedir regalos del ramo tecnológico.
"Mi hijo de 9 años pidió una tablet, y así como él, hay muchos otros que querían lo mismo, o un teléfono", afirmó.
La única certeza que queda entre la ciudadanía es que, por los motivos que sean, con el pasar de los años se van perdiendo ciertas tradiciones en Venezuela.
Barcelona/ Javier A. Guaipo
