El gobernador del estado Sucre, Gilberto Pinto, entregó este viernes los cuatro quirófanos del hospital “Santos Aníbal Dominicci”, como parte de los planes que tienen en materia de salud y que incluyen disminuir la rémora quirúrgica que existe en la entidad y que según explicó se agravó con la pandemia de Covid-19.
El mandatario precisó que en la rehabilitación se invirtieron unos 3 millones de bolívares y todavía están pendientes algunas obras conexas.
Reconoció que la operatividad de los quirófanos está en una “primera fase”, porque aún falta que se instalen una serie de equipos eléctricos que permitirán el funcionamiento de máquinas, climatización y otras funciones.
Dijo que están en proceso de reponer equipos que se dañaron recientemente y reconfigurar la energía eléctrica de subterránea a superficial, con un transformador de alta capacidad. Asimismo, dijo que han tenido dificultades para adquirir un cable especial que se requiere. Pero a su vez reconoció que trabaja junto a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
Sobre el funcionamiento del Santos Dominicci dio cuenta de la realización de unas 75.400 emergencias; 198.500 entregas de medicamentos y tratamientos y 147 mil consultas en los diferentes servicios, pese a lo que consideró un bloqueo evidente.
Pero la realidad de la salud en Sucre no sólo implica temas e infraestructura. A las puertas de la vecina maternidad Candelaria García, Oscaber Campos, una usuaria del centro de salud, dijo que estaba en el hospital desde el martes con una hija que estaba sufriendo trastornos de salud con 40 semanas de embarazo, y la llevaron a un cuarto en espera porque en la maternidad no hay anestesiólogos.
“Los especialistas no saben qué hacer. Están colapsados, yo los entiendo y me pongo en el lugar de ellos como madre, pero también el gobierno se tiene que poner en el lugar de nosotros, con nuestras hijas que están en alto riesgo”, dijo al referir las situaciones que viven con la falta de especialistas en algunas áreas.
Calificó el acto que se realizaba al lado para entregar insumos como un “pote de humo”, mientras en la maternidad hace tres días que renunciaron todos los anestesiólogos. “Esto no puede ser porque es una sala de emergencia”.
La usuaria dijo que habría unas 60 pacientes en espera por operaciones en la maternidad y llamó al gobernador y al alcalde para atender esta emergencia.
Bermúdez / Cecilia Lárez
