“Los movimientos telúricos y la irresponsabilidad o indolencia de las autoridades gubernamentales han dejado una huella en la Unidad Educativa Cacique Cayaurima, la cual está a punto de colapsar y nadie se aboca a resolver esta situación”. Así lo aseguró Brimer Marcano, secretario general del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema).
A pesar de que el plantel, ubicado en las adyacencias del vertedero de basura del sector Cerro de Piedra, fue declarado en el año 2017 en “estado crítico y no apto para su estadía” por parte de Protección Civil (PC) y el Cuerpo de Bomberos del estado Anzoátegui, debido a las malas condiciones en que se encuentra, lo cierto es que aún no ha recibido ningún tipo de reparación.
Trasladar los pupitres a la cancha deportiva desde que se inició el periodo escolar 2019-2020 fue la medida de protección más viable para los maestros, a quienes les preocupa que la estructura ceda en cualquier momento.
Pero esta “mudanza” les ha acarreado tanto a estudiantes como a maestros, enfermedades respiratorias por el humo de desechos sólidos al que están expuestos.
Marcano, quien es director de la institución, detalló que la escuela cuenta con 11 salones para educación inicial, primaria y bachillerato, de los cuales siete se encuentran completamente deteriorados. “Sacamos a los muchachos de las aulas de clases porque no queremos que suceda una desgracia, no cerramos la escuela porque sabemos la importancia que tiene para la comunidad”.
Señaló que el colapso de los pozos sépticos y la carencia de servicio de agua potable obligan a los alumnos a pedir permiso en las casas vecinas para usar los baños.
Lamentó que el alcalde del municipio Simón Bolívar y el gobernador del estado no se hayan ocupado de atender este grave problema que afecta a más de 300 alumnos, pese a que en sus discursos dicen “atender las zonas más vulnerables”.
Milena Pérez / Barcelona
