Lisbeth Rojas, habitante del sector 23 de enero de Clarines, municipio Bruzual del estado Anzoátegui, ve con preocupación que la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) no envíe trabajadores a reparar las luminarias de la calle principal de ese lugar, donde reina la penumbra una vez que se oculta el sol.
"La verdad es que de noche esto parece una 'boca de lobo'. Nadie viene a reparar los focos y esa oscuridad se presta para que sucedan cosas malas como robos y otros actos indeseables", explicó Rojas, docente que quiere que el problema de comunidad sea resuelto a la brevedad.
Esta situación afecta a 50 familias de la zona y se presenta desde hace tres meses, algo que le genera incomodidades a los pobladores al realizar compras de emergencia en horarios nocturnas.
"Queremos que Corpoelec nos ofrezca soluciones, porque de noche simplemente no se puede salir. Casi no se ve nada y eso no es lícito".
Temor
Bárbara Hernández, estudiante de Ingeniería de Mantenimiento Industrial, confesó que la gente de 23 de Enero siente mucho temor al momento de salir de sus casas en la noche, porque queda expuesta a la acción de los delincuentes.
"Aquí las personas tenemos miedo de salir, porque en los últimos días se han registrado muchos robos. Los actos delictivos son constantes y eso nos hace sentir impotentes. Simplemente el abandono de Corpoelec nos hace quedar a merced de los malhechores. Eso no es justo", comentó Hernández.
La universitaria espera que Corpoelec tome en cuenta el clamor de los residentes de 23 de Enero que también tienen carencias en otros servicios, entre ellos el de agua potable que llega de manera irregular a las casas.
Clarines / Joseph Ñambre