Sebastian Vettel apenas pudo llevarse un dramático triunfo en el Gran Premio de Bahréin partiendo de la pole el domingo y extendiendo su ventaja en el campeonato sobre el británico Lewis Hamilton, que terminó en tercero detrás de su compañero de escudería, Valtteri Bottas, pese a arrancar desde la novena posición.
Vettel estuvo a punto de perder en un duelo con Bottas en la última vuelta, pero hizo una crucial maniobra de para bloquear el paso y ganó por apenas seis décimas de segundo.
"Las últimas cinco vueltas fueron realmente difíciles", reconoció el alemán. "No tenía el control. Pensé que Valtteri me alcanzaría. Cuidé los neumáticos y funcionó, a duras penas".
Bottas reiteró su condición después de un decepcionante octavo lugar en el Gran Premio de Australia que dio inicio a la temporada hace dos semanas.
"Terminé muy enojado", declare el finlandés. "Sabía que habría una oportunidad al final. Pero no fue suficiente".
Hamilton subió al podio gracias a que Ferrari arruinó el segundo cambio de neumáticos de Kimi Raikkonen. Uno de sus neumáticos traseros no fue ajustado adecuadamente y, en la prisa por regresar a la carrera, Raikkonen golpeó con su auto a un mecánico del equipo. Ferrari informó que el mecánico fue trasladado a un hospital con una fractura de pierna.
Vettel suma ahora dos victorias consecutivas en la F1, dado que se llevó la carrera en Australia, y selló su 49no triunfo en su competencia número 200.
Red Bull tuvo un espantoso desempeño, con Daniel Ricciardo y Max Verstappen retirándose antes de tiempo.