El nuevo Real Madrid del rombo en medio campo y de las numerosas ausencias en su alineación respecto a la de los últimos años, arrancó este sábado ganando con autoridad en San Mamés 2-0 sobre Athletic Club, un campo que cada vez se le da mejor al conjunto blanco y en el que plasmaron esa superioridad visitante sendos tantos de Rodrygo Goes y Jude Bellingham antes del descanso.
Rodrygo finalizó con un duro disparo una pared por la derecha con Dani Carvajal, una jugada que dejó muy mal al entramado defensivo bilbaíno. Que tampoco estuvo fino un poco después en el segundo gol, un disparo mordido de Bellingham que botó y le salió imposible para Unai Simón.
El score final, de todos modos, habla más mal del Athletic, que completó una primera mitad muy floja y mejoró tras el descanso con la entrada de Oihan Sancet pero sin filo y apenas peligro. Aunque sin un gran fútbol, el Madrid fue manifiestamente mejor y claro y justo ganador para sumar sus tres primeros puntos de la temporada.
Comenzó con brío el Athletic, que se acercó pronto a Lunin. Fue un espejismo local, ya que el Madrid s hizo rápido con el control, aunque sin hacer tampoco mucho peligro.
Un disparo lejano, alto, de Federico Valverde, un centro con intención de Rodrygo y una falta escorada en la que David Alaba quiso sorprender a Unai Simón ya avanzaron por donde iban a ir las cosas en la segunda mitad del primer tiempo.
Un segundo cuarto de choque que abrió l gol de Rodrygo en una jugada que retrató a Lekue, Vesga y hasta un poco a Simón. Rodrygo y Carvajal entraron en el área ante la permisividad local y a Simón se l coló el disparo del brasileño, con poco ángulo, entre el pie y el brazo.
No le cambió mucho el ritmo es tanto a los de Carlo Ancelotti, que siguió tranquilo y sin acelerar hasta que el balón llegaba a Valverde o los delanteros, pero sí fue un mazazo para los de Ernesto Valverde, que empezaron a conceder lo que no suelen.
Primero, un cabezazo en el primer palo a la corta de Alaba, que despejaron entre el meta internacional y el palo; y después un duro disparo dentro del área al que volvió a responder con firmeza y brillantez Simón.
Pero tan escorado estaba el juego a favor de los blancos que hasta se alió con ellos una pizca de fortuna. La que tuvo Bellingham al marcar el 0-2 con un disparo mordido que le salió imposible para el meta alavés. Aunque la defensa del Athletic también le dio facilidad para rematar el córner que botó Alaba.
Ahí sí que trató de reponerse el Athletic, que pidió penalti en una caída de Unai Gómez ante Militao en el área. El 'cachorro' rojiblanco había ya rematado ante Lunin, muy flojo, pero el central brasileño pareció barrerle después.
Tal era el desaguisado que veía Valverde en su equipo que en el descanso hizo tres cambios dejando en el vestuario a los tres media puntas, el chaval Unai Gómez, la sorpresa de inicio, el capitán Muniain, que estaba amonestado desde el minuto 4, y Nico Williams, la actual estrella del equipo.
Una desgraciada lesión de Eder Militao le ensombreció el choque al Madrid al principio del segundo tiempo. Fue al salir a presionar a Sancet, que estaba de espaldas y no tuvo nada que ver.
Mejoró el Athletic con los cambios, sobre todo por la entrada de Sancet, pero esa mejoría no le dio ni para crear ocasiones. Un disparo lejano de Vesga sin opciones y un cabezazo alto de Guruzeta, que se colocó de delantero centro, fue todo lo que elaboró antes de que el Madrid volviese a la carga y planease el 0-3 en La Catedral.
Lo hizo en un centro de Fran García al que no llegó Rodrygo, en una falta de Valverde al lateral de la red y en un buen disparo de Vinicius respondido mejor por Simón.
Ya con nada que perder los rojiblancos también dispusieron de ocasiones, pero Alaba y Rudiger bloquearon sendos disparos que, de haber superado a los centrales blancos, tenían toda pinta de haber supuesto el 1-2.
No llegó ese gol y el choque ya fue languideciendo hacia una final que apenas si aportó insistencia local y control visitante.
Bilbao / EFE