El doctor Ruy Medina, quien por más de medio siglo prestó sus servicios al Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pïneda y fue jefe su director y director de Salud del estado Lara, fustigó la irresponsabilidad de quienes, incluso haciéndose pasar como médicos, están propagando información, a través de las redes sociales, sobre una supuesta nueva pandemia de una variante de la COVID-19.
Al ser entrevistado por El Impulso, el profesional de la Medicina, cuyo nombre ha sido motivo de orgullo para 44 promociones universitarias, dijo que la difusión de un tipo de información como esa es “ una irresponsabilidad total”.
Comentó que en algunos de los mensajes se dice “yo soy el doctor tal, y de inmediato añaden que está apareciendo una nueva cepa de Covid, que es mucho más peligrosa que otras…etc, etc…” Eso es ser irresponsable.
«A mi no me consta que sea médico porque yo podría colocarme en la cabeza un casco y decir que soy ingeniero petrolero, publicar cosas relacionadas con el petróleo, y hacer creer que soy una autoridad en la materia, porque eso puede suceder en las redes», dijo.
Al hacer la comparación alertó a quienes reciben mensajes a tener cuidado y no tomarlos al pie de la letra: «Mientras nosotros no tengamos una definición clara de un laboratorio responsable sobre el asunto, no podemos confiar en la información acerca de esa enfermedad».
«A mi me dio sarampión, lechina, parotiditis y rubéola, porque no había vacunas», refirió.
«Estoy hablando de los años cincuenta, pero ya para entonces los laboratorios de los Estados Unidos estaban experimentando las vacunas, las cuales no se hacen porque a una persona se le antoja hacerla. Las vacunas tienen un proceso científico a través del cual se aísla el germen, se hace que éste se reproduzca y se realizan un complejo procedimiento hasta lograr la efectividad, utilizando animales en la experimentación», agregó.
De igual forma, puntualizó: «La del tétanos se logró mediante la utilización de los caballos; pero eso no se logra en horas o días, sino durante mucho tiempo, incluso años. ¿Cuántos años duró Jonás Salk trabajando hasta conseguir la vacuna contra la poliomielitis? Fueron muchos. Yo recuerdo que estudiaba tercer año y tenía dos compañeros que hacía dos años les había dado poliomielitis y tenían una pierna flaquita, atrófica. Y cuando apareció la vacuna era en gotas».
Comentó que aunque las vacunas contra la COVID-19 fueron producidas en unos cinco meses, fueron efectivas porque los laboratorios tienen la manera de acelerar unos procedimientos porque la tecnología ha avanzado considerablemente desde los años cincuenta a esta parte».
Insistió en esperar que organizaciones internacionales de salud, serias y responsables, aporten información confiable porque hay personas que, usando las redes, alarman a la gente sin necesidad
Lara / El Impulso