Actualmente comprar ropa en Venezuela se ha vuelto casi imposible, pues se necesitan más de siete sueldos mínimos para adquirir, por ejemplo, un pantalón de calidad, cuyo precio no baja de Bs 300 mil en las tiendas ubicadas en el bulevar 5 de Julio de Barcelona.
Según algunos comerciantes, el costo aumenta semanalmente, por lo que se han visto en la obligación de cobrar en dólares o al cambio diario para evitar pérdidas.
Aseguraron que la calidad de las prendas ha ido disminuyendo poco a poco, al ofrecer productos de costos accesibles. De allí que se consigan prendas de marcas desconocidas y de poca durabilidad por montos que oscilan entre 70 mil y 100 mil bolívares.
En reconocidas tiendas de Barcelona y Puerto La Cruz, la clientela ha ido en descenso, según señalaron los empleados.
“La gente va a preferir comprarse uno o dos kilos de carne en lugar de una camisa que cuesta casi 50 mil bolívares, la más barata”, dijo una de las vendedoras.
Venta de garaje
La crisis económica ha llevado a los anzoatiguenses, incluso, a comprar ropa usada para lograr hacerse una nueva prenda.
Las ventas de garaje actualmente son cada vez más comunes en cualquier parte de la zona, desde Barcelona hasta Lechería.
En estos bazares se encuentra cualquier tipo de objetos, desde juguetes y electrodomésticos, hasta ropa de todas las tallas, de hombres, mujeres y niños.
En algunos de estos expendios también cobran en dólares por la devaluación del bolívar.
Puerto La Cruz / Carlin Rodríguez