Desde la mañana de este miércoles 21 de junio una escena inusual se observó en el bucólico pueblo de San Juan de los Cayos. Las solariegas calles de la capital del municipio Acosta fueron ocupadas por una fila kilométrica de vehículos que partía desde la estación de servicio ubicada en la Carretera de la Costa donde, luego de ocho días, llegó la gasolina, misma que fue despachada a razón de 30 litros por vehículo.
“Esto es una vergüenza”, expresó un lugareño quien informó que en la referida estación de servicio venden gasolina subsidiada y también dolarizada.
“En la mañana, la bomba vende gasolina subsidiada y en la tarde toca el turno a la dolarizada, pero hoy en ambos casos solo despacharon 30 litros, lo que constituye un atropello para un pueblo que necesita combustible a diario para las faenas de pesca, agropecuarias y para el traslado de alimentos”, dijo por su parte Hernán Aguirre.
La llegada de la gasolina produjo una cola de vehículos inusual. “Ni en la fiesta de San Juan Bautista yo había visto tantos carros”, exclamó Juanita Carrasquero viendo la fila que salía de la bomba y daba la vuelta a varias de las largas calles del pueblo.
Falcón / La Mañana