Según cuentan personas con más años de vida, tiempo atrás se solían realizar ciertos rituales para recibir el Año Nuevo, que variaban según las aspiraciones que tenía el practicante. Sin embargo, parece que estas costumbres han ido perdiendo vigencia en la población anzoatiguense, limitándose al brindis con vino, en el caso de los que pueden adquirir una botella de esta bebida.