El Parlamento de Bulgaria, inmerso en una gran inestabilidad política, prohibió este miércoles mediante una enmienda a la Ley de Educación lo que denomina "propaganda de orientación sexual no tradicional" en las escuelas de primaria y secundaria.
La enmienda fue propuesta por el partido ultranacionalista y prorruso "Resurrección", y en una primera votación recibió el respaldo de 154 diputados en una cámara de 240 escaños, mientras que ocho votaron en contra y otros nueve se abstuvieron.
Después de esa votación inicial, el Partido Socialista Búlgaro, que es socialmente conservador y contrario a la "ideología de género" y que en 2018 bloqueó la ratificación del Convenio de Estambul, solicitó una segunda votación para la aprobación definitiva de la ley.
En esta votación, participaron 200 de los 240 diputados, de los que 135 votaron a favor, 57 en contra y hubo 8 abstenciones.
Entre los diputados que votaron a favor se encuentran los ultraderechistas, los socialistas y diputados conservadores, mientras que legisladores de la formación europeísta PP-BD, del conservador GERB y la formación de la minoría turca se opusieron.
La ley prohíbe "realizar propaganda, promover o incitar de cualquier forma, directa o indirectamente, ideas y puntos de vista relacionados con la orientación sexual no tradicional y/o la determinación de una identidad de género distinta a la biológica".
Durante los debates, que se extendieron por más de cuatro horas, los defensores de las enmiendas argumentaron que estas reflejan el espíritu de la Constitución de Bulgaria, la cual estipula que el matrimonio es únicamente entre un hombre y una mujer y se alinea con los valores del cristianismo ortodoxo.
Medios locales han señalado que esta legislación se asemeja a la vigente en Rusia, donde desde finales de 2023 están prohibidas todas las actividades en defensa de la comunidad LGTBI.
Bulgaria, el país más pobre de la UE, pasa por un periodo de inestabilidad política desde 2021, fecha desde la que se han celebrado seis elecciones y, muy probablemente, las séptimas tengan lugar en octubre.
En ninguna de las elecciones ha surgido un partido con mayoría para gobernar en solitario y tampoco se han podido crear coaliciones estables, más allá de los pocos meses que han durado dos Ejecutivos.
La última coalición entre los partidos con orientación euroatlántica, GERB y PP-BD, se derrumbó después de menos de un año en el poder y las encuestas advierten de un aumento de los apoyos a las formaciones ultranacionalistas.
Sofía / EFE