Quienes residen entre las calles 12 y Táchira de la urbanización Chuparín, en Puerto La Cruz, deben soportar constantes hedores debido a que en el lugar hay un bote de aguas negras.
Vecinos y comerciantes afirman que la cloaca se encuentra desbordada desde hace más de un año y la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) no ha brindado una solución definitiva.
"Han revisado y han destapado con un vactor varias veces, pero luego se vuelve a llenar de cloaca, porque no resuelven el problema de raíz. Hoy la cosa está suave (hay poco líquido) porque quitaron el agua dos días, pero cuando ponen el agua o llueve eso se mete hasta para las casas y el hedor es insoportable", comentó el señor Robert León, quien reside en el bloque 9 de la urbanización y además tiene un puesto de venta de tequeños, café y otros alimentos.
"A mí no sólo me afecta como vecino, sino también directamente como vendedor, ya que ofrezco tequeños, por ejemplo, y los compradores se quejan del mal olor. Hacemos un llamado a las autoridades para que le metan el pecho a esta situación", manifestó.
Se conoció que cuando el nivel de la cloaca está muy alto, algunos de los habitantes de las casas más cercanas al pozo se han visto en la obligación de usar hasta botas altas para poder entrar y salir de sus hogares.
Ante la falta de una solución definitiva, cisterneros que hacen vida en la zona han optado por apoyar a los vecinos utilizando el agua de sus camiones.
"Entre nosotros nos ponemos a tratar de destapar, le metemos agua al alcantarillado para que corran los desechos. Ya el vactor tiene como dos meses que no lo traen y ahora con la lluvia sí es verdad que todo puede colapsar", advirtió el cisternero César Fermín.
Cabe mencionar que este bote de aguas servidas ocupa gran parte de las calles antes mencionadas, lo cual obliga a los conductores a hacer maromas para poder transitar por el sitio.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez