La inflación en Venezuela se aceleró y en septiembre se ubicó en 27,9%, de acuerdo con los datos divulgados el martes por el Banco Central.
Venezuela enfrenta una prolongada recesión económica con hiperinflación, colapso de los servicios básicos y un débil sistema de salud, en momentos que aumentan los casos de coronavirus que ya superan los 79.000.
En agosto los precios tuvieron una variación de 24,7%, según las cifras oficiales, que se divulgan con retrasos. El último dato de inflación informado por el emisor fue el de julio.
La inflación acumulada en nueves meses fue de 844,1%, según los datos oficiales.
En febrero y marzo, el gobierno logró que los precios bajaran luego de una parcial apertura económica que contempló la flexibilización de los controles al sector privado. Pero durante gran parte de la cuarentena para afrontar el COVID-19 los precios se han mantenido en alza, con la excepción de julio, cuando hubo una desaceleración y la tasa fue 19,6%.
En la inflación de septiembre incidieron los aumentos de precios en las áreas de comunicaciones y educación, de acuerdo con la información oficial.
El gobierno, que por años mantuvo reguladas las tarifas de los servicios básicos, ha permitido desde inicios de 2020 a las empresas realizar ajustes en aseo y telefonía.
Pero los cambios han sido insuficientes, dado que los años de desinversión y controles deterioraron el suministro de agua, gas y telefonía, y muchos venezolanos han buscado servicios alternativos que incluso se cobran en divisas.
Caracas / Reuters
