Para los anzoatiguenses católicos el 2 de febrero es un día de festividad, de ratificar su fe, esperanza y devoción, porque es cuando se rinde mayor tributo a la Virgen de la Candelaria, patrona de la entidad oriental, en especial los pobladores de Cantaura, municipio Pedro María Freites.
Como parte de esta conmemoración, personas de diferentes ciudades de Venezuela que creen en la advocación mariana hacen cadenas de oraciones, elevan sus plegarias y realizan ofrendas florales para honrarla y exaltarla.
En el caso de los chapariaperos, éstos se reúnen para festejar y agradecer por los favores concedidos, además de rezar por el bienestar de sus seres queridos, como lo expresó el religioso Gustavo Ruiz.
En estos tiempos de pandemia hay que aferrarse a Dios y a la virgen, pues la “fe mueve montañas y ellos todo lo pueden, sólo hay que orar y pedir las cosas de corazón”, indicó el hombre de 68 años.
Comentó que aunque el mundo enfrenta millones de decesos a causa del Covid-19, no hay que dejar de creer “que pronto todo será mejor y saldremos librados de este terrible virus”.
Ruiz mencionó que él y su familia son creyentes porque aseguran que la patrona de Anzoátegui les ha concedido el milagro de la vida. Relató que la menor de sus dos hijas, Juana Candelaria, no podía concebir y él, junto con todos sus seres queridos, hizo cadenas de oraciones y la “virgencita nos escuchó”.
Destacó que actualmente su nieta –María Candelaria- tiene 4 años de edad, y agradece infinitamente al Todopoderoso y a la virgen por tenerla entre ellos. “Mi niña nació sana y eso es lo que realmente importa. Cada día nos llena de alegría con su sonrisa y su dulzura. Estaré eternamente agradecido por eso milagro”.
El sexagenario comentó que mientras esté con vida seguirá rindiendo homenaje a la Virgen de la Candelaria con cantos, oraciones y ofrendas.
Candelaria fue nombrada patrona de Anzoátegui el 20 de agosto de 1990.
Según la historia de la localidad chamariapera, el fervor por la santísima surgió originalmente entre los indios Caribes y Kariñas, quienes alababan las vírgenes de las etnias indígenas en la época del fundador de Cantaura -el 20 de agosto de 1740-, Franciscano Fray Fernando Jiménez, y posteriormente Frank Nicolás de Odena, quien por 51 años fue párroco de la población ubicada al sur de Anzoátegui.
La devoción es una herencia de los kariñas, quienes fueron los primeros en sumarse, el 2 de febrero, a la celebración de las fiestas de Cantaura. Desde aquel momento, la imagen de la Candelaria es alabada por nativos y foráneos.
Puerto La Cruz / María Alejandra Lunar
