¿Para qué votar? El próximo 28 de julio, Dios mediante, se desarrollará en Venezuela una de las más importantes jornadas cívicas en defensa de la democracia que el pueblo venezolano haya cumplido en, por lo menos, los últimos 65 años, pues con su participación, decidirá para su futuro inmediato, el camino a seguir.
Y el instrumento que tiene a la mano para hacer efectiva su decisión, es el Voto.
Universalmente el voto, o sea la manifestación personal de la decisión de cada uno, es el arma secreta que define y sostiene una democracia, y los venezolanos tienen a disposición, ese día, la oportunidad de utilizar ese instrumento para expresar su voluntad de futuro.
Cuando un ciudadano emite su voto oficialmente, a través del proceso institucionalmente organizado para ello, está cumpliendo con uno de los soportes más importantes de la Democracia, que es participar y elegir, porque no se puede dar por sentado que la Democracia existe por sí sola, sino que debemos entender que ella es un sistema vital, el único que nos otorga así el derecho a participar en la configuración de nuestro futuro colectivo.
Los estudiosos de la materia señalan que al ejercer nuestro derecho de voto, no solo nos aseguramos de que se oiga nuestra voz, sino que también contribuimos a consolidar un marco democrático más amplio, que defiende los principios de igualdad, libertad y rendición de cuentas.
Mediante la participación en procesos como el voto en las elecciones, intervenimos activamente en los debates y decisiones que van conformando nuestra vida republicana. Es a través de nuestro voto que podemos expresar nuestra postura sobre cuestiones importantes e influir en el curso de acción que toma nuestro gobierno.
Cuando participamos en procesos democráticos, como el que se nos avecina este 28 de julio, intervenimos activamente en los debates y decisiones que conforman nuestra relación política con el Estado y el gobierno, ya que es través del voto que podemos expresar lo que queremos respecto a cuestiones importantes, en este caso particular, el futuro de nuestro país.
Cada voto es importante, puesto que es un ladrillo más para la construcción colectiva del futuro que queremos, la salvaguarda de nuestros derechos, las libertades individuales y garantiza que nuestros valores democráticos sobrevivan por varias generaciones venideras.
El voto se deriva del derecho ciudadano a la participación política. Está consagrado en el artículo 63 de la Constitución, el cual indica que: “El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. La ley garantizará el principio de la personalización del sufragio y la representación proporcional”.
El voto es un instrumento esencial para impulsar el cambio social, contribuyendo al fomento de la igualdad, los derechos civiles y la justicia social. Promueve la participación, el compromiso y el empoderamiento, con lo que se refuerza el marco democrático y se da voz a toda la ciudadanía a la hora de hablar del futuro de las comunidades, la nuestra incluida.
De modo que es importante votar, como un acto relevante para la construcción democrática y el compromiso con el país. Es nuestra participación en los asuntos del Estado y del Gobierno que nos competen y nos afectan o benefician a cada uno de nosotros. Por ello, es muy importante que como ciudadanos nos involucremos, a través de nuestro voto, en la tarea de lograr cambios verdaderamente democráticos.
En general se puede decir que el sistema democrático de un país es igual a su proceso electoral. Así, cuando un país sigue esta forma de gobierno, significa que todos sus habitantes tienen el derecho a participar de manera libre y sin presiones para escoger a sus representantes. Eso sella la legitimidad de un gobierno.
“Bajo esta perspectiva el voto se vuelve la pieza clave de todo sistema democrático y, aunque no es el único elemento que debe distinguirlo porque la democracia es mucho más que el simple ejercicio de votar, la importancia de este acto es que está directamente relacionado con la capacidad de las instituciones políticas y sociales para, por un lado, articular y agregar intereses y, por otro, regular y resolver los conflictos entre ellos.
Dichas características hacen que se puedan lograr consensos y comprender que en una democracia se hace la voluntad de las mayorías y no la de intereses individuales.
En este entendido sabemos que las instituciones son un factor fundamental para que las personas ejerzan su derecho a elegir a sus representantes legitimando al mismo tiempo la idea de gobierno que ellos representan. Y ello beneficia al país en general.
De modo que este 28 de julio, el venezolano que tenga a Venezuela en su corazón saldrá a depositar su voto, que es la forma de expresar qué futuro quiere para el país.
Táchira / La Nación
