Ante los constantes cortes de agua y las pocas horas de suministro, más de un anzoatiguense ha tenido que buscar las maneras de almacenar el líquido para cubrir sus necesidades. Pero, equiparse de, por ejemplo, tanques y bombas requiere una gran inversión en dólares.
En ferreterías de la zona metropolitana, una bomba de agua cuesta, mínimo, 145 millones de bolívares que al cambio, según el indicador económico de @enparalelovzla, serían 35 dólares. Eso representa más de un año de trabajo para un asalariado venezolano.
El desembolso es mucho más elevado si se trata de un tanque. El más pequeño, con capacidad para 550 litros (L) de agua, se encuentra por encima de los 80 dólares; , uno para mil litros ronda los $130, mientras que los de 2.500 L pueden llegar a costar $300.
Al señor Reinaldo Paredes le resulta imposible hacerse de alguno de estos equipos en estos tiempos, pues su ingreso mensual no pasa de $30 como ayudante de plomería.
“Aunque el servicio de agua nos afecta bastante, lo prioritario en nuestra familia es la comida y los medicamentos. Tal vez cuando reunamos entre todos podremos comprarnos una bomba para agarrar el agua que llega con poca fuerza", adujo.
Celeste Durán tiene un tanque ya deteriorado por los años y el sol, pero descarta adquirir uno nuevo debido a los altos precios.
“Yo tapo las fisuras de mi tanque con plástico fundido y pega, así lo conservo por un tiempo más. Cuando se rompa por completo, me quedaré almacenando el agua en tobos y botellones porque dinero no hay", acotó.
Barcelona / Milena Pérez