Organizaciones de derechos humanos y familiares de la periodista Nakary Mena Ramos, detenida desde el 8 de abril, han manifestado su preocupación por el deterioro de su salud durante su reclusión.
Mena fue arrestada tras publicar un reportaje sobre el aumento de la criminalidad en Caracas, y permanece privada de libertad en condiciones que agravan una lesión previa en la columna vertebral.
Su madre solicitó esta semana una evaluación médica especializada, alertando que la periodista, quien fue operada por escoliosis y tiene tornillos y barras de titanio en la espalda, sufre intensos dolores por dormir sobre una colchoneta en condiciones inadecuadas.
“Le duele la espalda, no puede seguir durmiendo así”, declaró a la ONG Espacio Público, denunciando que aún no se le han practicado los exámenes médicos requeridos.
La solicitud ocurre tras la ratificación de la medida de privación de libertad tanto para Mena como para su pareja, Gianni González, también detenido en el mismo caso.
El medio Impacto Venezuela, donde laboraba la comunicadora, rechazó esta decisión a través de un comunicado en redes sociales, exigiendo respeto al debido proceso y protección de sus derechos fundamentales.
La detención de Mena ha sido vista como una posible represalia por su labor periodística en temas vinculados con la seguridad ciudadana, lo que ha encendido alertas dentro y fuera del país sobre restricciones a la libertad de prensa. Diversas organizaciones han instado al Estado a garantizar la integridad física de la periodista y el acceso a atención médica adecuada.
El caso ha motivado llamados urgentes a revisar las condiciones carcelarias y garantizar que se respeten los derechos básicos de los detenidos, especialmente aquellos con condiciones médicas delicadas. La comunidad periodística también ha expresado su solidaridad con Mena, exigiendo su liberación inmediata.
Nakary Mena permanece recluida a la espera de una nueva audiencia judicial.
Caracas / Redacción Web
