Aunque las fallas en los servicios públicos son las principales quejas en los sectores de Cumaná, tres comunidades tienen más de uno de estos problemas en su zona, al mismo tiempo.
Para Julio Amundarain, habitante del barrio San Francisco, su situación es más grave de lo que parece, pues no basta con las habituales fallas de agua, luz o gas, ya que en su caso también se encuentra en riesgo la integridad física de la comunidad.
“El problema que tenemos allá es la inestabilidad del tanque de agua del sector El Antillano, el cual está por derrumbarse y podría generar un caos, además de dejar sin el servicio a una buena parte de la ciudad”.
Pero lo más grave que viven es la zozobra que les genera la cercanía al cerro Quetepe, lo cual los pone en peligro debido a que no cuentan con un muro de contención que impida el derrumbe de las casas que se encuentran cerca, entre ellas, la de Amundarain.
“No hay entes gubernamentales que se encarguen de la construcción y mantenimiento de las obras que puedan darnos soluciones”, se quejó el vecino.
Por su parte, Albanis Zerpa, habitante de Caigüire enfatizó que su dolor de cabeza se origina en la mala vialidad. “Todas las calles se encuentran deterioradas y los carros sufren las consecuencias”.
Agregó que la deficiencia en el servicio de gas doméstico también les afecta a todos los habitantes de esta localidad.
Finalmente Luis Sandoval, residente de la calle Ribero, dijo que el problema principal son las fallas en el suministro de agua potable, la cual solo les llega dos veces a la semana. “Tenemos que buscar donde agarrar o comprar el líquido para sobrevivir la semana”.
Refirió que el aseo urbano no funciona bien, lo que ha hecho que en las calles se acumule la basura, la que luego es quemada por los vecinos generando hedores y enfermedades respiratorias en la comunidad.
Los vecinos consultados coinciden en pedir a las autoridades de Cumaná que se acuerden de estos problemas y los resuelvan.
Cumaná / GL – Corresponsalía