La diócesis de Carúpano, en el estado Sucre, lanzó oficialmente su marca de chocolates, Kharis, "La gracia de Dios" en griego, iniciativa empresarial que busca financiar programas de siembra de cacao en la zona de Paria, formación en chocolatería, proveer a emprendedores y apoyar a quienes se dedican a actividades conexas.
Diógenes Sánchez, gerente de la planta que funciona en la iglesia parroquial San Rafael Arcángel de Playa Grande, explicó que se trata de un proyecto que se financió con recursos de la Organización Internacional Ítalo Latinoamericana, una organización no gubernamental (ONG) y el gobierno italiano, que les aportó todas las máquinas que hoy día sirven para la producción.
Sánchez señaló que la planta funciona con dos ingenieros industriales y tiene una capacidad de procesamiento de una tonelada mensual de cacao, para una línea de chocolate oscuro, con leche, blanco y una variedad de barras y bombones especializados y aspiran a ampliar la variedad una vez cuenten con la permisología.
Con respecto a la materia prima, explicó que en asociación con la empresa Franceschi, trabajan con una variedad de cacao criollo que traen del Amazonas y que cultiva la etnia Piaroa.
"Aparte de producir un chocolate de primera calidad e ingresar a un mercado muy exigente, tenemos una misión social muy importante que se manifiesta en diferentes acciones, como el apoyo a las comunidades de productores de cacao, en zonas deprimidas como Jurupú, más allá de Guariquén (municipio Benítez)".
La fábrica abrió hace tres años, pero fue hace unas dos semanas cuando se lanzó oficialmente al mercado, con una presentación en Caracas, que hizo el obispo de Carúpano, monseñor Jaime Villarroel.
Las ventas en Bermúdez corren a cargo de la curia, en la plaza Santa Rosa, mientras tanto que la zona central del país, se creó un equipo para la comercialización.
Bermúdez / Yumelys Díaz
