Pete Rose (infielder/outfielder), máximo hiteador en la historia de las Grandes Ligas (MLB) y quien fue vetado de toda actividad vinculada con ese circuito por un escándalo de apuestas, falleció este lunes a la edad de 83 años. Se desconoce la causa de su muerte.
El cañonero ambidextro, nacido el 14 de abril de 1941, totalizó 4.256 imparables en 24 temporadas, disputadas con Rojos de Cincinnati, Filis de Filadelfia y Expos de Montreal, ahora Nacionales de Washington.
Laboró en la Gran Carpa como pelotero desde 1963 hasta 1986 y participó en 17 Duelos de Estrellas. Además, se acreditó un Bate de Plata, Dos Guantes de Oro y tres títulos de bateo, todos en la Liga Nacional.
En su colección resaltaron un premio Novato del Año, un galardón Jugador Más Valioso (JMV) de la Liga Nacional y una estatuilla JMV de Serie Mundial. También se consagró en tres ediciones del Clásico de Otoño (se coronó dos veces con Cincinnati y una con Filadelfia).
Disputó 3.562 encuentros, apareció 15.890 en el plato y consumió 14.053 turnos. Todas esas cifras representan plusmarcas para la MLB, donde también fungió como mánager de Cincinnati y dejó un récord vitalicio de 412 triunfos, 373 derrotas y un empate (412-373-1) en 786 compromisos de ronda regular.
Entre 1984 y 1986 cumplió la doble función de timonel-beisbolista y de 1987 a 1989 se dedicó exclusivamente a ser mandamás de la novena de Ohio, Estados Unidos.
Nunca alzó un trofeo como capataz y en 1989 se descubrió que apostó en cotejos de MLB, mientras era dirigente de los escarlatas. Eso causó su expulsión de la MLB y, de paso, impidió su llegada al Salón de la Fama de Cooperstown.
Se espera que en las próximas semanas se den a conocer detalles del sepelio de Rose, quien promedió un alto .303 (de 14.053-4.256) en una trayectoria en la que acumuló 746 dobles, 135 triples, 160 jonrones, 1.314 impulsadas y 2.165 anotadas, además de 198 robos. También mantuvo un porcentaje de embasado (OBP) de .375, uno de cojines alcanzados (slugging) de .409 y un OPS (suma de los renglones anteriormente mencionados) de .784.
Aunque no fue entronizado al Templo de Los Inmortales por razones extradeportivas, su legado en el diamante será eterno porque, sin duda, se erigió como un referente del bateo en Las Mayores.
Valencia / Joseph Ñambre