Las sirenas antiaéreas se activaron en el sur y centro de Israel y un fuerte estruendo se escuchó en Jerusalén la noche de este viernes, mientras la milicia Yihad Islámica Palestina (YIP) reivindicó varias andanadas de cohetes lanzadas hacia territorio israelí.
El Ejército de Israel confirmó que las sirenas se activaron en el centro del país, en el área de Lakhish, así como en las localidades cercanas a la Franja de Gaza.
EFE constató que el estruendo oído en Jerusalén, cerca de la frontera con la ciudad cisjordana de Belén. Sin embargo, las sirenas no se activaron en esa zona, un blanco poco frecuente de los cohetes de las milicias en Gaza.
Por su parte, las Brigadas Al Quds, el brazo armado de la YIP, reivindicaron "intensos lanzamientos de misiles hacia Tel Aviv, Ashdod, Ascalón y ciudades de las profundidades sionistas, en respuesta a las masacres del enemigo contra nuestro pueblo palestino y como continuación de la batalla".
Las Brigadas "renovaron su bombardeo a la ciudad ocupada de Jerusalén", añadió la organización en un comunicado.
Por su parte, el servicio de emergencia Magen David Adom dijo que hasta el momento no se reportaron daños ni víctimas.
El jueves fue la séptima y última jornada de una tregua negociada por Catar, Egipto y Estados Unidos, que supuso una pausa en la guerra que estalló el 7 de octubre entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
Israel y Hamás se culparon mutuamente de romper la tregua y, desde primera hora del viernes, comenzaron el intercambio de fuego pese a una oposición internacional cada vez mayor.
Solo hoy, al menos 178 personas murieron y otras 589 resultaron heridas por los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, la mayoría de ellos mujeres y niños, informó el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
Del lado israelí no hubo víctimas.
La guerra, que se inició el 7 de octubre, ha dejado en la Franja de Gaza más de 15.000 muertos, unas 6.000 personas sepultadas bajo los escombros, y casi dos millones de desplazados que viven una grave crisis humanitaria ante el colapso de los hospitales y la escasez de vivienda, agua potable, alimento, medicinas y electricidad.
Jerusalén / EFE