Las distintas tramas de corrupción -Pdvsa /Cripto, CVG, Sistema Judicial y alcaldías- que comenzaron a develarse hace más de un mes, podría ser un tema que perjudique al Gobierno de cara a los comicios presidenciales de 2024, pero también puede ocurrir que no lo afecte en absoluto, esto de acuerdo a la apreciación de distintos analistas consultados por El Tiempo.
Por un lado, la propia dirigencia opositora ha obviado el tema en sus recientes declaraciones ante la opinión pública, dando prioridad en este momento, al debate interno por las primarias y la escogencia de un candidato unitario.
Por otro lado, los asuntos relativos a los ilícitos e irregularidades en el manejo de dineros públicos nunca han aparecido en las encuestas de la última década como algo que despierte el interés primordial de potenciales votantes, al menos no por encima de otros problemas más urgentes en lo cotidiano como la inflación, los aumentos salariales, la falta de servicios públicos -principalmente agua y electricidad-, o la inseguridad personal.
Adicionalmente, ha sido el Gobierno el que se ha encargado de aprovechar la situación y ha tomado la delantera en posicionarse como el principal artífice de la purga dentro de la administración pública, esto a pesar de seguir quedando imprecisiones sobre los mecanismos de corrupción y cabos sueltos -como el no precisar aún el paradero del exministro de Petróleo, Tareck El Aissami, funcionario al que estaban vinculados muchos de los detenidos.
A la fecha, según el último reporte del Ministerio Público, existen 61 personas privadas de libertad, 20 órdenes de aprensión por ejecutar y 172 allanamientos practicados por los diversos casos de corrupción.
Para el consultor e investigador en Gerencia Pública, Raniero Cassoni, las tramas de ilícitos reveladas recientemente obedecen más a un tema de “purga interna por mantener el control y evitar la expansión de poderes de otros sectores que estaban pujantes por desplazar al madurismo”.
El experto considera que podría perjudicar al Gobierno, dependiendo de qué tan fuerte se haga la coalición opositora.
“Habrá que investigar sobre la opinión de la gente y de qué forma percibe estos ilícitos y cómo podrían verse afectados. Además, si el tema logra comunicarse en forma correcta, la gente probablemente respalde más a quienes sean capaces de hacer comparaciones sobre el tema de los ilícitos en relación, por ejemplo, a la ausencia de servicios que hay en Venezuela”, agrega.
No obstante, según el consultor político, David Rico, la malversación y desvío de dineros públicos no perjudicará al Ejecutivo en la carrera electoral que está por venir.
“Por el contrario, creo que (el madurismo) ha logrado posicionar y ha sabido construir un mensaje de ‘combate a la corrupción’ adecuado a lo interno y a lo externo”.
Rico considera que muchos generadores de opinión y algunos sectores de la sociedad han “percibido que el Gobierno está trabajando en contra de la corrupción”, independientemente de que se trate de un ajuste de cuentas a lo interno del chavismo.
“Lo peligroso, lo negativo, es que la oposición no ha sabido contrarrestar esa campaña, no se ha sabido sumar a la ola. Está muy enfrascada en sus propios problemas intestinos, es decir, lo relativo a las primarias, a las inhabilitaciones, a las sanciones, o lograr una negociación con el Gobierno”.
El analista subraya que momentos como este eran claves para posicionar un mensaje de “rabia, frustración, indignación o molestia contra miembros del Gobierno a quienes ya, de manera abierta, se les han descubierto hechos de corrupción tan brutales como los que mostraron en las últimas semanas”. No obstante, a su juicio, la oposición no ha sabido utilizar esta ventaja, “dejando de lado una oportunidad dorada”.
“Me parece que en este tema el que ha ganado ha sido el Gobierno por saber posicionar muy bien su mensaje, por haberse montado de manera adecuada en la ola y por construir una buena estrategia. Mientras que la oposición, por el contrario, ha salido derrotada por no saber utilizar las herramientas”, agrega Rico.
Considera que el antichavismo no solamente no ha sabido capitalizar las investigaciones, sino que no lo hará en el futuro.
Una opinión diferente esgrime el también politólogo y coordinador del Centro Gumilla en Barquisimeto, Piero Trepiccione, quien considera que el tema de la corrupción puede ser un arma efectiva desde el punto de vista electoral, sobre todo tomando en cuenta la magnitud del desvío de recursos -$3 mil millones sólo por la trama de Pdvsa/Cripto, aunque extraoficialmente se habla de más de $21 mil millones.
La baja capacidad adquisitiva de la mayoría de los venezolanos en la actualidad hace que este sea punto sensible ante la opinión pública, a diferencia de otras épocas de bonanza petrolera, cuando no era una preocupación prioritaria.
Este momento, según Trepiccione, podría ser particularmente sensible en la opinión pública porque muestra, efectivamente, “la malversación de fondos públicos, que deberían ser destinados a la población y son desviados para fines particulares o para fines privados de manera malsana”.
Durante el ascenso del chavismo a finales de la década de los 90, el tema de la corrupción fue usado de manera efectiva para ganar réditos electorales.
“Históricamente en Venezuela, o en cualquier otro lugar del mundo, los temas de corrupción afectan significativamente la opinión de la gente con respecto a quien ostenta el Gobierno y a quien se ha señalado de responsabilidades en ellos. Entonces, normalmente los gobiernos actúan encubriendo, o tratando de darle largas al asunto, o matizando y eso hace que la gente aumente el ‘odio’ hacia quien comete actos de corrupción y aquellas organizaciones políticas que las respalden”.
Trepiccione señala que en la actualidad es válido apelar a la “indignación” de la ciudadanía debido a las enormes dificultades que atraviesa para alimentar a una familia o subsistir”.
“Cuando la gente escucha de estos escándalos de corrupción, se altera, se indigna y reacciona negativamente en contra de los responsables (…) Que esta gente viva una vida de lujos y la población tenga que pasar las mil y una calamidades por la situación económica del país, entonces, claro, qué tiene impacto, en la opinión pública y probablemente tenga impacto en las votaciones, sin duda alguna”.
Aun así, Trepiccione hace una salvedad con respecto a la oposición. El experto acota que, en este caso, la efectividad dependerá de quién promueva la discusión desde las trincheras del antichavismo, de qué manera la promueva y cómo perciba la gente esta discusión.
“Digamos, si la gente percibe que la discusión se da en términos de oportunismo político, es posible que no le dé un espaldarazo a quien lo haga. Si la gente ve que en la narrativa hay una intención efectiva de combatir la corrupción y, además, hay moral de quien la pregona, pues probablemente sea un tema que pueda ser capitalizado políticamente”.
Finalmente, todo dependerá de las circunstancias y de la forma en que se presente la narrativa de cara a la contienda electoral y también de quién la presente y bajo qué criterios de moralidad pública para que la ciudadanía pueda plegarse al mensaje anticorrupción.
Caracas / Rodolfo Baptista
