Estar enfermo no es suficiente para ser atendido en la emergencia del anexo pediátrico Rafael Tobías Guevara de Barcelona. Los pacientes y sus familiares tienen que llevar hasta el yelco, ante las carencias que presenta la institución.
Según la residente Haydée Martínez, las enfermeras sólo dejan cuatro catéteres por turno y los utilizan con los primeros niños que llegan.
“Actualmente no hay solución 0,9, ni para cumplir el tratamiento. A cada rato hay que hacerles una lista a los familiares para que los pacientes puedan ser atendidos".
La doctora dijo que a la serie de necesidades se suma el hecho de no contar con un equipo de nebulización, “como Dios manda”, a pesar de ser uno de los servicios más solicitados.
“Utilizamos la conexión del oxígeno y de forma manual nebulizamos. No las ingeniamos para poder trabajar”.
Destacó que hasta el año pasado las condiciones económicas le permitían sacar de su bolsillo para comprar las gotas de solución para auxiliar a los pacientes, pero ahora hasta eso tiene que llevar la familia de los pacientes.
Médicos de otros servicios del anexo indicaron que tampoco escapan de esa realidad. Indicaron que de una larga lista de medicamentos e insumos que solicitan para iniciar el turno laboral, la mayoría de las veces sólo les pueden entregar dos fármacos.
Adultos
En la emergencia de adultos del hospital universitario Dr. Luis Razetti la situación no es distinta.
Los galenos solicitan desde yelco, guantes y gasas hasta antibióticos para que los pacientes puedan ser atendidos.
Barcelona / Elisa Gómez