La organización terrorista ETA anunció en una carta fechada el 16 de abril, hecha pública ayer, que disolvió "completamente todas sus estructuras" y da por terminado su ciclo histórico, tras casi 60 años de existencia y de haber causado más de 850 muertos.
En la misiva, enviada por la organización terrorista a varias instituciones y agentes políticos, la banda transmite su decisión de "dar por terminados su ciclo histórico y su función, dando fin a su recorrido", después de un debate interno.
Tras conocer el contenido de la carta, el ministro español del Interior, Juan Ignacio Zoido, recordó que los integrantes de la banda terrorista ETA "deberán pagar por sus culpas" porque "no habrá ningún tipo de impunidad" para ellos.
"No volveremos jamás la cara ante estos terroristas ni nos pondremos jamás de rodillas. Tendrán que pagar por sus culpas. No habrá ningún tipo de impunidad", afirmó Zoido, que participa en un foro euroafricano sobre la emigración en Marrakech.
Agregó que ETA "miente una vez más y vuelve a pretender confundir a la sociedad" porque no es cierto que se disolvió, sino que "ha sido derrotada por las fuerzas de seguridad, el estado de derecho, la sociedad española y la judicatura".
Ya se conocía la intención de la organización terrorista de disolverse desde el pasado 18 de abril y dos días después, reconocía en un comunicado el "daño causado" a las víctimas (más de 850 muertos).
En el texto decía que lo sentía "de veras" y pedía "perdón" expresamente a las víctimas, aunque sólo a las que no estaban relacionadas "directamente" con lo que ellos califican de "conflicto", lo que provocó el rechazo de partidos políticos y asociaciones de afectados por el terrorismo.
En la carta que se conoció ayer, miércoles, la banda terrorista afirma que hizo un esfuerzo "por conseguir dar a la época de confrontación armada un final ordenado, racional y constructivo", pese a la falta de entendimiento con los estados de España y Francia.
Zoido respondió que los terroristas "serán perseguidos allá donde se encuentren".
Para el responsable español de Interior, lo único que queda por hacer a los integrantes de la banda es "colaborar para que todos los crímenes que quedan por esclarecer sean esclarecidos", puesto que "no basta con que se arrepientan".
En este sentido, un centenar de intelectuales y víctimas de ETA pidieron a la banda el esclarecimiento de sus crímenes sin resolver, que ascienden "al menos a 358".
En el fin anunciado de ETA desempeñó un papel importante la colaboración de Francia con el Gobierno español, que pasó de ser el "santuario" etarra a convertirse en un eficaz colaborador de España contra la organización terrorista.
En Francia se produjo el último atentado de ETA, el asesinato de un gendarme en 2010 y allí están presos más de 100 etarras, y el resto están en España, hasta casi 300 en estos momentos.
Según expresó la banda, "la falta de voluntad para solucionar el conflicto y las oportunidades perdidas, entre otras, han provocado el alargamiento del conflicto y han multiplicado el sufrimiento de las diferentes partes", al tiempo que afirmó que "ETA reconoce el sufrimiento provocado como consecuencia de su lucha".
La banda terrorista nació a finales de los años 50 del siglo pasado y su primer crimen reconocido fue el asesinato de un guardia civil en 1968.
Madrid / Agencia