Por la falta de insumos para atender su enfermedad, pacientes renales del centro Dialysis Care, situado en la calle Concordia de Puerto La Cruz, protestaron ayer para exigir al Gobierno nacional que abra un canal humanitario que facilite el acceso a los medicamentos para hacerse el debido tratamiento.
El secretario del Comité de Pacientes Renales de esa institución privada, Moisés Párica, informó que las 120 personas que son atendidas en ese recinto decidieron no cumplir con la sesión que les correspondía este jueves, debido a que 100 filtros que llegaron al lugar esta semana no alcanzan para dializarlos a todos.
Explicó que semanalmente los afectados deben realizarse tres ciclos de diálisis, pero que el de este jueves prefirieron aplazarlo para el sábado, porque vienen los días de Carnaval y temen que no lleguen insumos durante esos cuatro días.
Párica recordó que la semana pasada, los 120 enfermos renales estuvieron cinco días sin poder hacerse la terapia porque no había filtros de alto flujo en el centro asistencial.
Puntualizó que al no someterse a la diálisis, los pacientes retienen líquidos y acumulan toxinas en el cuerpo, lo que les “envenena” la sangre y les puede causar infartos. Por ello los afectados asisten de forma interdiaria a sus citas nefrológicas.
“Los 120 ciudadanos se turnan. 60 asisten los días lunes, miércoles y viernes y a la otra mitad les toca los martes, jueves y sábado”, detalló.
Por el desabastecimiento de materiales y fármacos, 10 pacientes de Dialysis Care sufren asfixia y alteraciones de la tensión.
La diputada y miembro de la subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional (AN), Oneida Guaipe, hizo un llamado al presidente Nicolás Maduro para que abra de inmediato el canal humanitario en Venezuela.
“Cada vez que ocurre una desgracia en otro país, Venezuela es uno de los países que envía dinero o medicamentos para ayudar, entonces, ¿Por qué el Presidente no deja que otros países auxilien a Venezuela, cuando estamos pasando por tanta crisis?”.
Despedidas
“Todos los días me despido de mi esposa y de mis dos hijos”, indicó Noel Rojas, paciente nefrológico desde hace ocho años. El padre de familia dice estar consciente de que la situación país no le augura el mejor desenlace en su enfermedad.
Con 41 años, tres veces a la semana pasa entre tres y cuatro horas sentado, mientras observa cómo su sangre se depura de líquidos y toxinas a través de un riñón artificial: la máquina dializadora.
Explicó que si deja de aplicarse una diálisis, su cuerpo aumenta dos kilos por la acumulación de flujos, y así va incrementando su peso los días que no recibe la terapia.
“Si paso una semana sin cumplir con el tratamiento, es casi seguro que a la semana siguiente estaría internado en un hospital y a la siguiente ya es muy probable que esté muerto porque esta enfermedad no perdona”.
Fallecida
Este lunes se registró el primer fallecimiento por falta de tratamiento dialítico en Anzoátegui, informaron fuentes del hospital Domingo Guzmán Lander de Las Garzas.
La víctima fue identificada como Ana Zacarías, de 18 años de edad, quien se hallaba en ese centro asistencial, adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), después de pasar cinco días sin poder hacerse diálisis.
Puerto La Cruz / Grisnel Guevara