“Ser maestra ha sido la mejor experiencia de mi vida y una de las etapas más grandiosas”.
Así define Odalys López de López, licenciada en Educación Inicial, su carrera de 32 años en las aulas de clases. “Esto más que una profesión es una vocación”.
Hoy 15 de enero se celebra en Venezuela el Día del Maestro, fecha instaurada, en 1942, por el presidente Isaías Medina Angarita para conmemorar la lucha de los hombres y mujeres dedicados a mejorar la educación del país.
Impulsada por los consejos de su madre, “la maestra Odalys” como le dicen sus alumnos, afirma que si tuviera la oportunidad de estudiar de nuevo volvería a apostar por la docencia.
“La vocación de ser maestra nace con la persona. Al que es maestro de corazón no le importa si es mal pagado o las dificultades que se presentan en esta carrera. Yo sigo en esto porque me gusta y porque estos niños nos enseñan a que amemos la carrera. Soy docente con mucho orgullo”.
Energía en pleno
Pese a estar jubilada en la educación pública, tras más de 30 años de labor en el colegio Luis Emilio Ceccato de Puerto La Cruz, la barcelonesa considera que aún tiene mucho que aportarles a sus alumnos.
Actualmente prepara a quienes asisten a las aulas de preescolar de la Unidad Educativa privada Nuestra Señora de Lourdes II, en la capital del municipio Sotillo, donde se ha desempeñado por dos décadas.
“Yo no creo que abandone los salones de clases aún, esta etapa no se olvida nunca. La única forma que yo deje la educación es por una enfermedad, que ojalá ‘Dios no lo quiera’ o por causas familiares. Cuando me jubilaron en la escuela pública sentí como si me hubiesen quitado una parte de mí, pero como vivo en frente del colegio aún mantengo lazos con mis excompañeros y los apoyo en lo que sea posible”.
En los salones de preescolar es común encontrarse, además del docente titular, con maestras auxiliares o asistentes, en su mayoría jóvenes que están cursando la carrera.
A ellos López les aconseja amar su trabajo para que vean los resultados en la formación del futuro del país.
“En el ejercicio de esta profesión se aprenden cosas buenas y malas. Como siempre digo, los que amamos la enseñanza es porque nacemos con esta vocación. Los jóvenes que van a estudiar docencia deben estar motivados por el deseo de preparar a los niños y no por un salario”.
Más valores
López afirma que la educación en este país ha tenido su evolución. Sin embargo, sostiene que se deberían impartir más valores, sobre todo en los tiempos que vive el país.
“Yo le agregaría a la educación venezolana mucha enseñanza de valores, en especial los familiares porque se han perdido mucho y no somos nada sin ellos. Siempre les recalco a los pequeños el respeto hasta por los juguetes que tenemos en el salón, eso los hará grandes. La escuela refuerza los conocimientos, pero la educación viene desde la casa”, refiere esta docente anzoatiguense mientras conversa con sus alumnos.
Puerto La Cruz / José Alberto Camacho