
Habitantes del sector Aguas Calientes, parroquia Naricual del municipio Simón Bolívar, piden mejoras en el servicio de agua potable y para la vialidad, que son dos de los principales problemas que tienen.
En esta comunidad residen alrededor de 40 familias, que con el pasar de los años han visto cómo les juega en contra algo que debería favorecerlos: un pozo de aguas termales. Explicaron que el líquido baja por el medio de la calle hasta el río Amana, pero de a poco ha ido deteriorando la carretera y está cerca de llegar al nivel donde se encuentra una tubería de gas.
Según dijeron, la alcaldesa del municipio Simón Bolívar, Sugey Herrera, estuvo en el sitio y sabe del problema, pero de momento no han visto ningún tipo de acción para solventar. Detallaron que requieren la instalación de aproximadamente 120 metros de tubería para que las aguas termales vayan directo al afluente, el cuál además no recibe mantenimiento desde hace varios años.
Alejandra Sifontes comentó que la situación con el agua que les llega por tubería es crítica, pues les llega prácticamente una vez por mes. Agregó que para solventar deben apelar al río Amana, que lo tienen a pocos metros, aunque en ocasiones el consumo de ese líquido ha generado enfermedades en niños y adultos.
"Cuando el río está sucio no podemos tener agua ni siquiera para bañarnos o lavar, justamente por el riesgo de enfermarnos", agregó la señora, quien también indicó que el tramo que conecta Aguas Calientes con la vía principal de la zona carece de alumbrado.
Agustín Rojas, uno de los líderes comunales del mencionado sector, contó acerca del problema que representa para ellos que las aguas termales circulen por todo el medio de la calle hasta llegar al río.
"Las aguas bajan desde el cerro que da con las minas de carbón y hasta cierto punto hay tubería, pero de resto corren por toda la carretera y poco a poco la ha ido deteriorando. Actualmente nos preocupa que ya está cerca del nivel donde se encuentra la tubería de gas y de aguas blancas, pues puede convertirse en un problema mayor", comentó.
También afirmó que la alcaldesa del municipio Simón Bolívar, Sugey Herrera, conoce al detalle la situación, pues en una oportunidad estuvo en el sitio y vio personalmente lo que ocurre.
"Nosotros lo que pedimos es que se instalen unos 120 metros más de tubería para empatar con la que ya existe y que las aguas termales desemboquen directamente al río, sin provocar más daño en el poquito asfalto que tenemos", enfatizó.
Tanto Rojas como Sifontes coincidieron en que el tramo del río Amana que pasa por la entrada de Aguas Calientes lleva al menos seis años sin recibir mantenimiento, lo que ha generado que se desborde cuando hay lluvias fuertes.
"Entre el río que no se ha limpiado y otra quebrada que queda más arriba y que recibe el sedimento de un cerro que se está desprendiendo, se va llenando de escombros el afluente y por eso vienen los desastres en época de lluvia", manifestó Rojas, quien además ejerce como parlamentario comunal.
Ambos vecinos coincidieron en la solicitud de asistencia a las autoridades locales, para que solventen las distintas situaciones que les roban la paz.
Barcelona / Javier A. Guaipo


