Ante el anuncio de la directora del Centro para la Calidad Educativa (CCE) en Sucre, Karenly Sánchez, sobre la convocatoria de docentes jubilados a las aulas bajo la modalidad de contrato, las reacciones de los voceros de los gremios no se han hecho esperar.
El presidente del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema) en Sucre-Cumaná, Gregory Quijano, dijo que por esta propuesta y la eliminación del horario mosaico que obliga a los educadores a acudir a sus labores los cinco días de la semana, se imponen medidas que mejoren las condiciones del gremio, como la eliminación del instructivo 2792 acabó con beneficios fundamentales de ese sector.
Quijano considera que es necesario llenar los espacios con profesionales docentes, pero lo que está ocurriendo es una muestra de las malas políticas que se han puesto en práctica en el área de la enseñanza, como la mala política salarial, la depauperación de las universidades y el desestímulo a que muchos jóvenes cursen carreras docentes.
Llamó al gobierno a eliminar el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), el cual derogó beneficios que tenían incidencia en prestaciones y en los bonos de vacaciones y fin de año.
También criticó que ya son tres años sin un aumento salarial y los bonos no se encuentran dentro del salario integral. “Eso le ha quitado el atractivo a la profesión entre la juventud. Los nuevos profesionales de la educación pierden el interés. La gente ya no quiere estudiar para ser educador”.
Refrió el problema que tienen las universidades, las cuales han perdido 60% de su matrícula y el gobierno se ha concentrado solo en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES). “Aquí hay puros policías y nada que apoyan a las otras universidades, porque ni la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) cuenta con el número de estudiantes, al igual que la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) y la Universidad de Oriente (UDO). Todas han perdido la matrícula en educación”.
Señaló que no hay quien cubra los cupos que se requieren en el área educativa producto de los malos salarios, que además obligan a muchos docentes a dedicarse a otras actividades, aunado a los que han tenido que migrar para sostener a sus familias.
En este sentido, dijo que desde la Federación Venezolana de Maestros (FVM) proponen un indispensable aumento de salario, no bono, que compense las necesidades de los trabajadores, y la reanudación de la discusión del contrato colectivo.
Refirió que hay voces que hablan de un aumento por el orden de 50%, que en su opinión no satisface las expectativas ni cubre las necesidades de los trabajadores y criticó que los diputados cobren 3 mil dólares de aguinaldos, mientras el salario real está pulverizado.
Además, no concuerda con un pago adelantado del bono de fin de año para justificar una “felicidad artificial”.
Por su parte, el presidente del Colegio de Profesores de Venezuela en la zona de Paria, Mario Bellorin, advirtió sobre un retraso en las nuevas jubilaciones docentes, con los anuncios hechos por la rectora de la política educativa en la entidad.
Aclaró que quienes cumplen con su tiempo de servicio ni siquiera tiene que acudir a las instituciones. “El acuerdo con el ministerio es que cuando la persona cumple 25 años no tiene que ir a la institución educativa”.
Ramón Moya, también vocero de los gremios educativos, concuerda que una reconstrucción del sector hace pertinente la vuelta a las aulas de muchos docentes jubilados. “Pero solamente para la reconstrucción de la educación”.
Dijo estar convencido de que muchos docentes jubilados volverían al servicio activo sin percibir salarios, solo por rescatar el sistema.
Sin embargo, cree que no están dadas las condiciones y los educadores con mística no volverán por un sueldo que no alcanzará ni para las medicinas.
Sucre / Yumelys Díaz