El vocero de la Asociación de Productores de Cacao de Venezuela (Asoprocave) en Sucre, Álvaro López, recomendó a quienes se dedican al cultivo, que inicien el proceso de modernización de las plantaciones, en función de mejorar el rendimiento de las hectáreas cubiertas y por ende, la ampliación de la superficie de sus fincas.
Esto en función de mejorar las condiciones económicas de los productores, que se ven acuciados por los bajos ingresos económicos, como consecuencia de plagas y enfermedades, falta de asistencia técnica, acompañamiento financiero, escasa cultura de fermentación, falta de maquinarias e infraestructura cacaotera y robo en las unidades productivas, lo que se traduce en baja producción.
López explicó que otro problema es el bajo rendimiento que obtienen los productores.
“Producir un kilogramo de cacao cuesta al productor 3.4 dólares y los precios que reciben son inferiores a los costos y gastos de producción, con una nula capacidad de reinvertir en su finca y ahorrar los excedentes”.
Además de la necesaria modernización, López señaló que otra tendencia es el emprendimiento y la innovación en la transformación del grano a través de la chocolatería artesanal, con la producción de licor, manteca, polvo, bombones, bolitas, tortas, almendras y nueces cubiertas, vinos y helados, para dar valor agregado y mejorar ingresos.
Dijo que en los municipios de mayor producción como Cajigal, Arismendi y Benítez, en la zona de Paria, los productores han iniciado experiencias exitosas de fermentación, cuidando la calidad y características organolépticas del grano desde la mata hasta el secado, buscando mejores precios e ingresos.
Agregó que otra tendencia es la organización en asambleas agrarias, locales y regionales, integradas por consejos campesinos, consejos de productores, asociaciones de productores, cooperativas, redes de productores y otras organizaciones sociales de carácter agrícola-cacaotero para lograr reivindicaciones.
Considera que para lograr mejoras es necesario el apoyo y acompañamiento del Estado y del sector privado. “No basta sólo con educar al productor, cualquier iniciativa debe estar acompañada de un programa de asistencia técnica y financiera de impacto sociocomunitario”, señaló.
Paria/ Yumelys Díaz