Sin duda alguna, las manos son nuestra carta de presentación. Por ende, algunas personas - sea hombre o mujer- invierten en darle el cuidado que ameritan.
Durante su visita a Venezuela, la reconocida manicurista rusa Viktoriia Balandina, explicó a El Tiempo que hacerse las uñas va más allá de un tema de belleza, sino que abarca también la salud e higiene personal.
Acotó que al acudir a un salón de belleza es importante que, en primer lugar, se tenga en consideración el cuidado de la piel, para luego pasar a la parte artística, que incluye la aplicación de esmaltes, los sistemas y el largo o forma deseada.
La experta considera que una persona que cuida sus uñas mediante un sistema tradicional, puede hacerlo semanal o cada diez días. Otros sistemas como el semipermanente o esculpido, es recomendable cada tres o cuatro semanas.
Balandina ve el tema de la bioseguridad como algo esencial que involucra tanto al profesional como al cliente, por lo que sugiere prestar mucha atención de cómo se tratan las herramientas de trabajo.
Señala que los hongos no son un impedimento para atender a una persona que busca ayuda, pues la manicurista debe contar con materiales para desinfección y esterilización de los productos a utilizar; mientras que, por otro lado, la persona interesada debe estar atenta si se cumple con este protocolo.
“Claramente nosotros debemos tener nuestro propio cuidado y entrando en el lugar tenemos que preguntar, como clientes, cómo se procesan las herramientas; si se sacan de un empaque o de un lugar de esterilización y no solamente de un cajoncito o de un bolsillo de la manicurista”, explica.
Viktorria argumenta que las uñas deben ser tratadas por personas profesionales en el área y no por quienes desconozcan sobre el tema, por lo que desestima que algún problema referente a ello sea manejado en el hogar.
“Es lo mismo que decir: estoy en mi casa y me duele el diente ¿Cómo puedo solucionar el problema sin ir al odontólogo? No se puede. ¿Cómo puede solucionar el problema de la cervical sin ir a un quiropráctico? No se puede. Lo mismo con la manicura, si tengo un problema, más si son problemas de salud, seguramente tengo que dirigirme al profesional: al dermatólogo, por ejemplo; también el podólogo o al manicurista que sabe”.
Agrega que el cuidado domiciliario debe ser posterior a una evaluación profesional, por lo que antes "no se debe cortar nada" para no generar molestias ni infecciones. Solo recomienda empujar un poquito la cutícula y utilizar aceites todos los días en la mañana y en la tarde. También cremas humectantes.
Esta rusa, residenciada actualmente en Argentina y con más de 15 años de experiencia, apuesta por la educación como una pieza fundamental para quienes ejercen el trabajo de manicurista. Cree que la preparación es necesaria para adquirir conocimientos sin comprometer la salud de las personas.
Menciona que actualmente, a nivel político, pocos países han implementado mecanismos para que esta área sea pasada a un nivel educativo más formal. Sin embargo, sí existen instituciones que promueven estudios con certificados e implementan conocimientos basados en estándares internacionales.
"Me parece buena iniciativa que alguien controle este rubro. Es muy importante ser profesional, porque estamos trabajando con gente, con la salud de la gente. Es importante que alguien lo controle y lo lleve al nivel profesional, que sean unos institutos oficiales donde se puedan matricular de la profesión manicurista".
Barcelona / Carlos Morales
