Los elevados costos de la mercancía expendida en los establecimientos comerciales han ocasionado una disminución en las ventas en esta temporada vacacional. Anzoatiguenses aseguran “que comprar ropa o calzado no es prioridad en este tiempo”.
En el bulevar 5 de Julio de Barcelona, por ejemplo, los dueños de tiendas de moda y de zapaterías han reportado un escaso movimiento de comercialización pese a que se trata de una época en la que anteriormente los locales se llenaban de compradores.
Maritza Gascón, encargada de un negocio del ramo, indicó que la afluencia de compradores ha bajado excesivamente. “Ya no se vende como en otras ocasiones en Venezuela. De 30 facturas de compra que se hacían al día, ahorita sólo se hacen tres o cuatro, si acaso”.
“La gente se está inclinando más por los productos alimenticios que por zapatos, ropa o accesorios”, aseveró Ramón Ortiz, un vendedor de vestimenta para caballero. Por esta situación, gran cantidad de comercios han cerrado sus puertas en lo que va de año.
Los locales que han logrado mantenerse abiertos son aquellos cuyos dueños optaron por colocar productos alimenticios en sus estantes. “Si no fuese porque le metimos a la tienda otras cosas, tendríamos mucho más bajas las ganancias”, sostuvo el empleado de una tienda que ofrece calzado, alimentos y útiles escolares.
Clientes entran y salen sin nada
Trabajadores y dueños esperan que algunos de los clientes que entran a sus negocios compren, pero no ocurre así. Quienes transitan por el céntrico bulevar de Barcelona se asoman a través de las vidrieras para chequear los precios y se retiran silenciosos y sin nada en las manos.
Tal es el caso de María de Guanare, quien al observar unas sandalias como las que su hija de 12 años le pidió se encontró con que de costar 150 bolívares, como las había visto una semana antes, pasaron a valer Bs 340 mil bolívares. “Ya uno no puede contar con los precios de hace pocos días, porque todo sube a cada momento”, comentó.
Barcelona / Milena Pérez